Figueirido, Vilaboa y Postemirón se suman a la ofensiva contra la decisión de Defensa

M.G.

PONTEVEDRA CIUDAD

07 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Las comunidades de montes de Figueirido y de Vilaboa, así como la asociación de vecinos de Postemirón se sumarán al frente vecinal propuesto por Salcedo contra la zona de seguridad del cuartel de la Brilat. Esta fue la decisión de una asamblea que tuvo lugar ayer por la tarde en Salcedo a petición de los vecinos de este último lugar.

El presidente de los comuneros de Figueirido, Benito Boullosa, explicó que habían acordado apoyar todas las medidas que les presentaron desde Salcedo, incluidas las movilizaciones. Boullosa manifestó: «Estamos totalmente de acuerdo con todo lo que nos contaron y estamos prestos para colaborar en la movilizaciones y en todas las medidas que pretendan adoptar». El dirigente comunero indicó que los casos de Salcedo y Figueirido son diferentes, en el sentido de que en un caso se afectan muchas viviendas y en el segundo es casi todo monte común. Sin embargo, apuntó que las afecciones de la zona de seguridad y sus consecuencias «nos incumben a todos por igual».

Intensa preocupación

Después de Pontevedra, Vilaboa es el segundo municipio más afectado por la zona de seguridad. La preocupación vecinal sobre este asunto es grande. Incluso el gobierno local desconocía los entresijos legales de la orden ministerial en el momento de su publicación en el BOE.

Además de los montes comunales de Figueirido, hay una gran afección en los terrenos comunes también en la parroquia vecina de Vilaboa. Los comuneros de esta última tienen planteado un proceso legal, anterior a la polémica sobre la zona de seguridad, para recuperar una franja de terreno bastante amplia y que consideran que fue apropiada por la Brilat.

Por otra parte, hay tres barrios del municipio de Vilaboa afectados por la nueva delimitación militar: Sabaxáns, Croas y Postemirón. El apartado donde hay una mayor inquietud es en barrio de Postemirón, que es donde el impacto de la zona de seguridad es mayor, al incluir la mayor parte de las viviendas del núcleo habitado. Los vecinos no se fían de Defensa y reclaman la retirada de toda la línea.