
El convento de San Franciso acoge una muestra sobre estas construcciones
28 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Los puentes son símbolos de proximidad y de unión construidos por el ingenio humano. Y en las áreas rural y urbana del municipio de Pontevedra hay más de trescientos «ojos de agua» levantados sobre ríos y regatos, desde el Lérez al Gafos, pasando por el Rons, el Almofrei o el Verdugo. La exposición inaugurada ayer por el Concello en el incomparable marco del convento de San Francisco invita a dar un paseo por esos grandes y pequeños puentes de piedra, de madera, de hierro o de hormigón, tan vinculados al origen, a la historia y a la evolución de esta ciudad. Es una visión muy amplia y completa, casi «enciclopédica» -como la definió el concejal Luis Bará- de esas construcciones, no solo desde el punto de vista histórico, artístico y paisajístico, sino también desde la antropología, las costumbres, las leyendas, los ritos, la literatura oral, la heráldica, las comunicaciones, la ingeniería... Todo un alarde imágenes y documentación que se puede leer y contempla en paneles, en un vídeo o en el catálogo de la muestra de gran formato.
Desde la vía romana
De ponte en Ponte se remonta a la Vía Romana XIX como referencia inicial del trazado de las infraestructuras de comunicación a lo largo de dos mil años, haciendo alusión también al Camino Portugués. Y enseguida nos conduce al puente de O Burgo, estructura que simboliza el origen de la ciudad y su emblema. Es el kilómetro cero de la historia de Pontevedra, siempre en relación con un primer puente romano original del que no se han encontrado vestigios. Otro de gran relevancia histórica es el de Ponte Sampaio, que bautiza a esta parroquia situada en la desembocadura del Verdugo y une a Pontevedra con Soutomaior. Como el de A Barca la une con Poio. Y entre los más recientes, el de Los Tirantes, símbolo también de la ciudad moderna de finales del siglo XX. El de Santiago pasa por ser el más discreto de todos los que atraviesan el Lérez. Y el que sostiene la autopista representa la ruptura visual entre la ciudad y su ría. El de As Correntes es el último gran puente construido, después el de A Palabra que une Monte Porreiro con Lérez. Capítulo especial merecen los puentes de piedra del Gafos, los de Bora y los de tantas otras parroquias que forman parte del paisaje natural. Tampoco obvia la exposición los puentes del ferrocarril, desde los más antiguos o desaparecidos hasta los del moderno TAV. Colgantes, atirantados, en arco, de viga... Pontevedra es la ciudad de los puentes que hacen honor a su nombre.
Interés patrimonial
El interés social que va a despertar esta muestra sobre los puentes del municipio ya se notó ayer en el acto de inauguración que presidió el alcalde, Miguel Fernández Lores. Permanecerá abierta en el claustro de San Francisco hasta finales de julio y puede visitarse de martes a jueves en horario de tarde, los sábados por la mañana y por tarde y el domingo por la mañana.