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Poca luz y perros sueltos en un paseo muy transitado

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Una de las zonas de esparcimiento y convivencia más céntricas de la ciudad es también de las menos mimadas

10 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Es una de las zonas más transitadas de la ciudad. Ya sea de día o al anochecer. La coincidencia de varios centros educativos -una guardería y dos colegios de infantil y primaria-, las piscinas municipales y un parque público como el de la Constitución hacen del paseo de Campolongo un lugar de esparcimiento y convivencia en Pontevedra. También un punto de referencia para los viajeros que esperan alguna de las líneas de autobús muy cerca, en la parada de la avenida de Fernández Ladreda.

Un recorrido de noche y otro de día sirven para constatar que, sin embargo, es uno de los espacios olvidados desde hace tiempo. O por lo menos, poco mimado. En el paseo nocturno llama la atención la escasez de luz, especialmente en el primer tramo desde el cruce con General Rubín. Aunque hay una hilera de farolas en la margen derecha, el modelo elegido y el hecho de que una de las primeras esté apagada contribuyen a dar una sensación un tanto lúgubre.

El que transita por esta zona en la que río Gafos discurre tapado no tiene miedo porque son casi las ocho y media de la tarde, pero quizá sí un cierto respeto. A esa hora es habitual cruzarse con gente practicando deporte, paseando y con personas que sacan a sus mascotas. Algunas llevan los perros con correa, pero otras los dejan sueltos para que corran por las zonas verdes, lo que por el día suscita algunas quejas. Las dos jornadas del chequeo los canes sueltos que se ven son pocos, pequeños y ninguno de raza peligrosa. En el lateral que conduce a las piscinas de Campolongo tampoco hay suficiente iluminación pública, que sí existe en el parque de la Constitución.

Por el día, a media mañana, la ruta constata un pavimento de baldosas de dos colores bastante gastadas y agrietadas. En varios puntos el suelo está hundido, lo que da lugar a pequeños charcos los días de lluvia. Las raíces de los árboles también buscan su sitio. En cuanto al mobiliario urbano, no hay queja con respecto al número de papeleras.

Otra cosa son los bancos. Los más antiguos no invitan a sentarse. Por incómodos y fríos. Una situación que sí cambia en el centro del parque público, donde hay un modelo más moderno que combina madera y piedra delante de la iglesia de San José. En esos bancos sí hay gente sentada. Algunos simplemente descansan y observan, y otros leen. En los otros no se ve a ningún viadante.

De la habitual presencia de perros en la zona dan cuenta algunos excrementos. Los encontrados se localizan en la zona de tierra del parque. Antes, un dispensador de bolsas de plástico para que los dueños recojan las cacas ya no se usa para ese fin. Ahora parece ser una papelera más o un cenicero para las colillas de los cigarrillos. Ahí la culpa no es de la Administración, sino de comportamientos poco cívicos. En cuanto a la limpieza, el espacio está libre de basura, salvo algún papel y colillas en el suelo.

Escasa en el primer tramo y un lateral. La iluminación pública es más bien escasa en el primer tramo del paseo y en el lateral que conduce a las piscinas municipales de Campolongo.

Una apagada. El paseo tiene farolas en la margen derecha desde el cruce con General Rubín, pero el modelo elegido y el hecho de que una esté apagada contribuyen a dar un ambiente lúgubre.

Con correa, pero también sueltos. La presencia de zonas verdes se presta para pasear con mascotas. La mayoría lleva a su perro atado, pero también hay personas que los dejan sueltos.

Ya no cumple su función. El dispensador de bolsas para facilitar la recogida de los excrementos de los perros es ahora una papelera más. Los dueños de canes más cívicos llevan su propia bolsa.

Baldosas de dos colores. El tramo del paseo peatonal donde el río Gafos discurre tapado presenta un pavimento bastante desgastado y agrietado. Las baldosas son blancas y oscuras.

Varios modelos de bancos. Los de la imagen, que combinan madera y piedra, son los más nuevos y los más utilizados. Contrastan con los más antiguos, incómodos y fríos.