Dar de comer a los animales en las granjas escuela o lanzarse en tirolina, dos de las actividades con más adeptos
16 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Muchas familias de las comarcas de Pontevedra y Arousa con hijos, seguramente, escucharon hablar bastantes veces del perro Simón, de la burra Mariola o el poni Frodo. El can, un mastín con más paciencia que un santo, no vive demasiado lejos de Pontevedra. Es el alma máter de una granja escuela a 25 kilómetros de la capital pontevedresa, ubicada en Fornelos de Montes. Y los segundos, reyes de la simpatía equina, moran en una instalación similar de Cambados. ¿Por qué son conocidos? Porque es difícil encontrar un cole que no haya programado una excursión a estos lugares, sobre todo de los niños de infantil. Ambas granjas figuran en el top ten de los viajes de los centros educativos que, por cierto, estos días se multiplican por varias cifras.
Las granjas
Ir a la huerta, preparar pan y, por supuesto, ser ganadero por un día. Las granjas escuelas nunca fallan a la hora de encandilar a los niños con un viaje. En Pontevedra y Arousa las dos referencias para los colegios son las de O Kiriko, en Fornelos de Montes, y Serantellos, en Cambados. Desde la primera señalan que en lo que va de curso escolar pasaron por allí 11.700 pequeños. Ayer mismo los niños de colegios como el de Mosteiro (Meis) pudieron conocer a la vaca Marquesa y al mastín Simón. El perro, al parecer, no se cansa de recibir mimos de niños. Es más, según cuentan, el animal entra en una especie de depresión en cuanto termina la temporada alta de excursiones. «No deja de mirar, como si quisiese saber por qué dejan de llegar autobuses con pequeños», dicen en O Kiriko. Al perro quizás le gustase que los niños se repartiesen a lo largo de todo el año. Y no es el único. En todos los puntos de referencia para las excursiones insisten en que los centros quieren ir de viaje siempre en mayo o junio y, como muy pronto, abril. Eso hace que muchos se queden sin plazas. Esa misma historia la cuentan en la granja escuela de Cambados, Serantellos, donde aunque el día esté de lluvia, como ayer, se buscan soluciones. «Tenemos talleres, hacen pan... Se lo pasan bien igual», explicaban. Si luce el sol, miel sobre hojuelas para poder meter los pies en la huerta y pasárselo en grande con un simpático ternero y, por supuesto, con el gran poni Frodo. «Muy bien, muy bien, muy bien»... Era lo que le contaba ayer una niña al reencontrarse con su madre tras su paso por la granja cambadesa.
el mundo de las abejas
Convertirse en apicultor está de moda. Apípolis. Así se llama otro de los lugares que visitan buena parte de los colegios de Pontevedra y Arousa. En este lugar, los niños se acercan al mundo de las abejas. Lo que más les gusta, sin duda alguna, es vestirse el traje de apicultor y entrar en el apiario. Desde Apípolis, ubicado en San Andrés de Xeve (Pontevedra) decían ayer con énfasis: «Estamos a tope. Entre abril y junio no paramos ni un solo día, es tremendo». Ayer, tenían con ellos a un colegio de Vilagarcía, el A Lomba, y a otro de Vigo. Llovía a mares. Pero daba igual. Los pequeños estuvieron, por ejemplo, haciendo galletas con productos de las abejas. «Hay que tener alternativas para días así», decían.
la aventura
El reinado de las tirolinas. Ellas, las tirolinas, son las reinas en cuanto a los viajes de aventura por los que optan muchos colegios. Lo cuentan desde uno de los puntos que más escolares recibe dispuestos a soltar adrenalina, el Ecoparque Multiaventura de Marín, donde desde que empezó la temporada de excursiones reciben como mínimo un colegio al día. Ayer, la lluvia obligó a suspender la visita de unos escolares. «E o peor de todo é que xa é moi difícil darlles novas datas, porque nesta época estamos a tope», indica la firma que lo gestiona. En O Grove, en el cámping Os Fieitás, también cotiza al alza la aventura. Su rocódromo o su tirolina de 60 metros reciben visitas al por mayor de escolares estos días. «Fomos a Os Fieitás con un curso de Primaria, e o resto do colexio despois non paraba de pedir para ir alí... Pásano moi ben, é como ir ao parque de atraccións», señalaban desde un colegio pontevedrés.
100% deportivos
Auge de los bautizos de mar. Las excursiones que combinan mar y deportes están en boga. A algunos padres, sobre todo de niños de infantil, les asustan. Pero los niños regresan encantados. «Quiero vivir en una isla y tener un barco pequeñito», decía una niña de tres años vilagarciana que hace unos días fue con su colegio a A Illa de Arousa. Montó en piragua con la empresa Piragüilla, que en los últimos meses recibió alrededor de una treintena de colegios. «Cada vez se demandan más estos viajes por parte de los centros. Y también piden ir a islas como Cortegada», señalaba ayer una responsable de esta firma.
clásicos que no fallan
¿Quién no quiso ser bombero alguna vez? Da igual que se pregunte en colegios de Pontevedra, Marín, Vilagarcía, Sanxenxo o cualquier otro término. A lo largo del curso casi todos los centros hacen alguna visita a las sedes de los bomberos. A los pequeños les pirra ponerse sus cascos, sobre todo desde que en sus televisores reina Sam, ese héroe vestido de rojo que nunca falla.