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Pelucas oncológicas en stock

carolina sertal PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

El banco de postizos de la AECC de Pontevedra acumula ya 200 unidades gracias al altruismo de pacientes y familiares

03 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace más de una década, la AECC de Pontevedra detectó una importante necesidad entre las mujeres que se sometían a un tratamiento oncológico. Y es que la caída del cabello inducida por la quimioterapia o la radioterapia suponía, y supone, un gran impacto para las pacientes.

Fue en ese momento cuando la entidad decidió poner en marcha su propio Banco de pelucas, un servicio de préstamo de postizos al que cualquier mujer podría acceder. Desde entonces, este almacén de Pontevedra no ha dejado de crecer y en la actualidad acumula algo más de 200 postizos, gracias al altruismo de pacientes que han superado la enfermedad o familiares.

María Sanmartín es una de las trabajadoras sociales de la entidad y explica que no hay semana en la que alguna paciente no pregunte dónde podría conseguir una peluca o demande información sobre las unidades que almacena la AECC en su sede de Pontevedra.

«La gran mayoría son pelucas donadas por particulares, por pacientes o sus familiares que ya no las utilizan y no saben qué hacer con ellas, así que nos los traen a la asociación. Estamos muy agradecidos porque es un material muy demandado», indica la trabajadora social.

Según los datos que maneja la entidad, anualmente llegan a beneficiarse de los préstamos una media de 60 pacientes oncológicas, aproximadamente, y que suelen ser residentes de Pontevedra y Vigo, principalmente.

Un coste elevado

Cuando puso en marcha este servicio, la AECC lo hizo con una clara intención social, puesto que las mujeres interesadas pueden acceder a los diferentes postizos de manera gratuita. Y es que en el mercado el precio de este tipo de productos parte de unos 300 euros, pero puede llegar a alcanzar los 1.500 en función de si está hecha con materiales sintéticos o con cabello natural.

«Debemos tener siempre presente que la caída del cabello al final es un proceso temporal, porque vuelve a crecer, y comprar una peluca supone un coste elevado», señala la trabajadora social.

Por otra parte, María Sanmartín comenta que «muchas pacientes gastan todo ese dinero y a la hora de usarla se encuentran con que le es incómoda, no la toleran porque les pica o porque les da calor, y al final optan por recurrir a otras alternativas». En este sentido, destaca que «también ponemos a disposición de las pacientes las pelucas para que prueben si es una opción cómoda para ellas, sin necesidad de llegar a comprarlas».

Asimismo, Sanmartín apunta que «las tenemos de todos los colores, sintéticas o naturales, con todo tipo de corte... y en el momento en el que se las llevan, las pacientes pueden adaptarlas a su gusto, desde teñirlas hasta cortar los cabellos y hacerle el peinado con el que se encuentren más a gusto».

Otras alternativas

Cada persona es única y a la hora de afrontar la alopecia oncológica existen diversas opciones, «todas válidas». Así, la AECC de Pontevedra también pone a disposición de las pacientes otras alternativas, tales como pañuelos o turbantes, también donados.

María Sanmartín, quien también se ocupa de gestionar los préstamos de los postizos, hace un llamamiento para que la ciudadanía se anime a donar, tanto pelucas como su propio cabello para poder elaborar nuevas unidades. «Somos conscientes de que la caída del pelo es un aspecto que preocupa a las pacientes y con este pequeño gesto podemos ayudarlas a pasar el proceso un poco mejor», concluye.

Pasos a seguir para los cuidados y para la donación del cabello

Sintética o natural, las pelucas requieren de unos cuidados para cumplir su función correctamente. Si bien es cierto las mejores pautas de mantenimiento las podrán dar los fabricantes o una peluquería especializada, existe una serie de consideraciones que sirven para cualquier tipo de postizo según la AECC.

A la hora de lavarla, bastará con sumergirla en agua tibia con champú neutro. En cuanto el agua quede transparente, la peluca estará limpia.

Para secarla, no se debe hacerlo con el secador, sobre todo si es sintética, puesto que el calor podría dañar las fibras. Simplemente bastará con envolverla en una toalla para quitarle la humedad y dejar que termine de secarse al aire.

El Banco de pelucas de la AECC de Pontevedra no solo recoge postizos, sino también cabello. María Sanmartín explica que «con nosotros colaboran diversas peluquerías, pero también hay muchas personas nos traen su coleta ya cortada».

En cuanto reciben el pelo natural, la entidad lo remite a la central de la asociación en Madrid donde se encargan de darle forma para que, posteriormente, llegue de vuelta a Pontevedra en forma de peluca.