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Adiós a Paco, el hombre que vio crecer Pontevedra desde el escaparate de la centenaria Almacenes Clarita

Nieves D. Amil
NIeves D. Amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

RAMON LEIRO

Francisco García Cimadevila, que pertenecía a una saga familiar de comerciantes, falleció el pasado 30 de junio a los 69 años

02 jul 2021 . Actualizado a las 20:15 h.

La muerte de Paco García Cimadevila a los 69 años deja cojo al comercio de Pontevedra y en especial a Almacenes Clarita, ese negocio centenario en el corazón de A Ferrería (hoy en Manuel Quiroga), que desde 1916 está en manos de la misma familia. En los primeros años del siglo pasado María Santiago ya vendía telas en la feria que se celebraba en A Ferrería y años después fue su hija Clara López la que dio nombre a Almacenes Clarita, en el número 12 de la misma plaza. Fue la hija de esta mujer, Clara Cimadevila López, quien siguió al frente de este negocio durante muchos años y fue incorporando a la siguiente generación. Fue entonces cuando Paco García Cimadevila entró en el negocio familiar. Eran los albores de la década de los setenta y este hombre afable, que está en el recuerdo de cientos de pontevedreses, se metió de lleno.

En un reportaje publicado por La Voz de Galicia en diciembre del 2009, reconocía que «empecei máis que nada pola contabilidade. Marchaba un empregado que a levaba e entrei eu. Aquí levávase iso e se seguía traballando nas tendas, pasei por todas». Y es que Almacenes Clarita llegó a tener hasta cuatro tiendas en el mismo entorno.

La fidelidad que generaba esta familia hacía que «tengamos netos de antigos clientes», tal y como recordaba el propio Paco García a La Voz de Galicia en el 2009. Él se hizo a un lado hace unos años cediendo su testigo a su hijo Adrián, que con su primo Miguel Cimadevila y los empleados de toda la vida, sacan adelante el negocio centenario. Uno de los objetivos de Paco era que su hijo se fuese metiendo en el negocio familiar para ir aprendiendo un oficio que él mamó desde niño y que lo convirtió en ese vendedor al que todo el mundo recurría. Quería entregar pronto el testigo para poder tomarse unas vacaciones de las que no pudo disfrutar mientras estuvo en activo.

Paco García Cimadevila, a la derecha, junto a su madre, Clara Cimadevila, y Adrián García, su hijo y uno de los miembros de la familia que están al frente de Almacenes Clarita
Paco García Cimadevila, a la derecha, junto a su madre, Clara Cimadevila, y Adrián García, su hijo y uno de los miembros de la familia que están al frente de Almacenes Clarita CAPOTILLO

Paco vio desde el mostrador de Almacenes Clarita como la ciudad iba cambiando y las grandes firmas y multinacionales se instalaban en el corazón de la ciudad. Sin embargo, fiel siempre a su forma de trabajar, supo mantener uno de los pocos negocios que llevan un siglo en manos de la misma familia.