Pontevedra proyecta ganar hasta el 2035 superficie peatonal equivalente a cuatro veces la Alameda

PONTEVEDRA CIUDAD

El reto del PMUS es incorporar 4.000 metros cuadrados al año de espacio para peatones o de convivencia
14 sep 2022 . Actualizado a las 19:42 h.Hace unos meses, el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), desgranaba los objetivos del Plan de Mobilidade Urbana Sostible (PMUS), entre los que figuran «gañar anualmente 4.000 metros cadrados de superficie para estancia peonil ou compartida». Lores matizaba entonces que no se trata de cerrar calles, sino de crear más zonas de plataforma única (convivencia) y de reducir carriles para ampliar aceras. Este martes, el concejal de Mobilidade, Demetrio Gómez, dio a conocer el horizonte temporal que se establece para el PMUS, para el que se le prevé vigencia hasta el 2035.
La cuenta es sencilla: 4.000 metros cuadrados al año por catorce años, 56.000 metros cuadrados. Es decir, 5,6 hectáreas de superficie urbana por la que hoy circulan los coches que el Concello quiere reconquistar para el peatón o, cuando menos, para usos compartidos.
Para hacerse una idea de lo que representa esa superficie, baste citar que todo el centro histórico son unas 14 hectáreas. O sea, que se trata de ganar mas de un tercio de la superficie total de la zona monumental. O que la Alameda ocupa 1,43 hectáreas, por lo que el PMUS prevé actuar sobre una superficie equivalente a cuatro veces el parque pontevedrés.
Esa recuperación de espacio público para los ciudadanos es uno de los objetivos del PMUS «que se deben manter durante todo o período de vixencia» del documento, hasta el 2035. Es decir, que se han de mantener año a año. Pero hay más. Obviamente, mantener la «visión cero», cero muertos y bajar la cifra de heridos graves por accidentes de tráfico es uno de los principales, junto con tratar cada año el 10 % de los puntos de mayor accidentabilidad y el 10 % de los puntos «con sensación de inseguridade»; aumentar cada año un 1 % la movilidad peatonal y un 2 % la ciclista; reducir anualmente un 3 % el tráfico «en cada grande ámbito da cidade»; reducir la contaminación acústica y mantener la contaminación gasosa por debajo de los límites que fija la Organización Mundial de la Salud; o «investigar e aplicar novas solucións en mobilidade urbana».
El PMUS no concreta dónde se prevé ganar ese espacio público a costa de reducir tráfico, pero el siguiente apartado del documento, objetivos «inmediatos» a aplicar o planificar hasta el año 2027, lo anticipan.
Monte Porreiro y Lérez
Lo más inmediato (con el 2023 como horizonte temporal) es «re-estudo do tráfico e do espazo público en Monte Porreiro», o la «racionalización do tráfico viario paralelo á ría e os ríos» (2024), la mejora ambiental de las márgenes del Lérez (2026) y del entorno del Gafos (2026), así como «completar o paseo peonil e ciclista ata Marín» (2026). Sobre este último, Gómez Xunqueira matizó que el objetivo es «chegar a Marín» y no quedarse en O Cabo, como contempla el proyecto actualmente en marcha.
También se prevé implantar una «redución do tráfico, especialmente o pesado, en Domingo Fontán» (2025), y llevar a cabo una reducción de la circulación «na zona leste da cidade», para cuya ejecución se prevé un horizonte temporal más amplio, hasta el 2027.
Por último, un tercer paquete del cronograma del PMUS es la «planificación da nova xeración de infraestruturas de mobilidade», en la que se prevé trabajar entre 2024 y 2026 de la mano de otras Administraciones. Recuperar la M-4 —Concello, Diputación Xunta y Estado— es uno de los objetivos fijados por Lores.
Hacia la declaración de todo el casco urbano como zona de bajas emisiones
Todos los objetivos «inmediatos» del PMUS, esos que supondrán acciones directas sobre la ordenación del tráfico en la ciudad y la ampliación de espacios de uso peatonal o compartido, están encaminados a reforzar las zonas de bajas emisiones (ZBE). El objetivo del gobierno local declarar todo el ámbito urbano como ZBE, algo que solo se logrará si el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana acepta hacer una excepción a medida para Pontevedra en la a Ley 7/2021 de 20 de mayo de Cambio Climático y Transición Ecológica. La secretaria de Estado de Transportes, María José Rallo del Olmo, prometió estudiar esta posibilidad tras reunirse con el alcalde en abril de este año
La citada ley obliga a las ciudades de más de 50.000 habitantes a establecer antes del 2023 esas zonas en las que «se aplicarán restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos para mejorar la calidad del aire y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero».
Ante las dos opciones que da la ley —cobrar por acceder a esas zonas o prohibir el acceso a los vehículos que no tengan etiqueta ambiental— Pontevedra planteó una tercera vía, sin coste para los conductores: reducir la circulación a lo mínimo necesario para que la ciudad funcione, declarando toda la ciudad como ZBE.
El concejal de Mobilidade, Demetrio Gómez, aseguró este martes que esa opción ya fue aceptada por el Ministerio, y que para aplicarla Pontevedra tendrá que avanzar en el modelo y aportar datos concretos sobre la eliminación de gases.