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Cachadas, el pescadero «influencer» al que le llueven seguidores con un humor que revoluciona el Mercado de Pontevedra

Nieves D. Amil
Nieves D. Amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

Surte de pescado y marisco a medio centenar de restaurantes y ha tenido que poner número en su puesto para poder atender la alta demanda

11 may 2023 . Actualizado a las 17:17 h.

Solo su entorno sabe quien es Santiago Pesqueira. Su apellido era casi una premonición sobre su futuro. Es pescadero e hijo y sobrino de pescaderos. Pero a él todos lo conocen por Cachadas, como se llama su puesto en el Mercado de Pontevedra, o por Maki, como se dirigen a él y como él llama a muchos de sus clientes. Se puede decir que es su nombre artístico, ese con el que el que este marinense de 55 años se hizo popular en el canal de Youtube Veiga Sicilia, donde sale junto a otros humoristas de Galicia. Él se siente cómodo ahí, pero donde verdaderamente es conocido es en la plaza de abastos de Pontevedra, donde lleva un cuarto de siglo al pie del cañón.

Tiene nueve puestos para poder atender al casi medio centenar de restaurantes que sirve y a los particulares que cada mañana acuden al mercado. Para evitar los líos con los turnos ha tenido que poner número, como en la charcutería. El fin de semana son cinco personas las que atienden en Cachadas. «E tamén repartimos a domicilio. Empezamos coa pandemia e agora temos un grupo de difusión con 300 persoas», apunta Santi, que en su mandilón resalta que «se ti non ves, vou eu». Acaba de coger un nuevo puesto para separar a la hostelería de sus clientes y agilizar los pedidos.

Este martes tocó vestirse de sevillana para promocionar los carabineros y el pescadito frito que se sirve en la feria de abril. Es mayo, él ya lo sabe, pero el producto típico de esa fiesta lo tiene fresco en su puesto y encontró el mejor reclamo para su storie de la mañana. Hasta los puestos de su alrededor entonan una copla y hacen palmas. Y así sube a Instagram el vídeo del día. Junto a él está su hija Antía Pesqueiras, la encargada de las redes. «Ahora ya me dice cada mañana que hay que crear contenidos», comenta su hija, que se encarga de llegar a un millar de seguidores y que el Mercado de Pontevedra se promocione. «Así ganamos todos», asegura. Y no escatiman en originalidad. Hay vídeos en que Maki está dormido en la furgoneta, otro en el que reparten en fin de semana a restaurantes cuando tocaba descansar y alguno, como el de este martes, donde aparece disfrazado. En todos ellos comparten protagonismo con el pescado. Los escarapotes, rodaballos, lenguados o salmones se han hecho populares. Porque no hay semana en la que cuente alguna curiosidad sobre ellos. 

Arranca su jornada muy temprano. Todos los días a las 3.30 horas suena la alarma para ir a la lonja de Vigo y luego a la de Marín. A las ocho de la mañana, él y su equipo ya entran por la puerta del Mercado para atender a los restaurantes, que son los primeros en llegar. A partir de ahí empieza el ajetreo que no para hasta el anochecer. «Llego a casa sobre las cinco de la tarde porque después de cerrar aquí hago el reparto. Descanso un ratito y me voy al gimnasio», explica Cachadas sobre su día a día. Y el fin de semana, toca partido de fútbol con su equipo de veteranos. «Algún domingo estamos tomando el vermú y se levanta para llevar el pescado a algún restaurante», advierte su hija con humor. 

Esa es la vida de Maki desde que hace 25 años se puso al frente de un negocio que era de su familia. «Ya de chaval iba con ellos a comprar el pescado y como antes se podía coger a los marineros en los barcos, ellos compraban y yo carretaba todo para el almacén, que todavía hoy sigue activo», explica. La pescadería se fundó en los años cincuenta por los tíos y los padres de Maki. No tenían dinero para coger un puesto en el Mercado de Pontevedra y venían caminando desde Estribela (Marín) con el cesto lleno de pescado para venderlo en la puerta. «Poco a poco fueron creciendo hasta poder coger un puesto en la plaza», explica Antía, que aunque trabaja con su padre y es la artífice de su popularidad en redes, no quiere una vida de sacrificio tan dura como la suya. Tampoco él quiere que la lleve. Pero mientras están juntos, disfrutan en su puesto del mercado y se coronan en Instragram.