El día que Pontevedra se unió bajo la bandera multiculor

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

El alcalde de Pontevedra, Fernández Lores, y la concejala socialista, Teresa Casal, cuelgan la bandera del Día del Orgullo Gay en el Concello en el 2007
El alcalde de Pontevedra, Fernández Lores, y la concejala socialista, Teresa Casal, cuelgan la bandera del Día del Orgullo Gay en el Concello en el 2007 RAMÓN LEIRO

Los responsables municipales de los tres partidos, BNG, PSOE y PP aparcaron sus discrepancias en el 2007 para colgar por primera vez la bandera LGTBIQ+ en el balcón del Concello

27 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El 29 de junio del 2005 el Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero aprobaba la ley que otorgaba el derecho de los homosexuales a contraer matrimonio y a adoptar hijos. El Parlamento levantó el vetó del Senado gracias a una mayoría de 187 votos a favor frente a 147 en contra y cuatro abstenciones. La reforma entró en vigor el 5 de julio. A partir de entonces, España daba un paso al frente en derechos sociales, quizás uno de los pasos más grandes de la democracia, que como recalcó en ese momento el presidente del Gobierno «era un pequeño cambio en la letra, pero un cambio inmenso en la vida de miles de compatriotas que han sido humillados en sus derechos y ofendidos en su dignidad». El país avanzaba y con él todo el territorio nacional. Era el 2005. Junio. Dos días después de que Madrid celebrase el Día del Orgullo Gay, una fiesta en la calle que reunía cada año a miles de personas, pero ¿cuándo se empezó a celebrar en Pontevedra?

Dos años después. El 28 de junio del 2007, el todavía alcalde Miguel Anxo Fernández Lores, la teniente de alcalde, la socialista Teresa Casal, y el portavoz del PP, Jacobo Moreira, colgaron en el balón del Concello la bandera multicolor. Aparcaron sus diferencias para visibilizar su apoyo al colectivo. Ese junio recibieron en el Concello al colectivo Pontegai. Fue tan solo un acto simbólico con una veintena de personas, pero abría las puertas a una celebración que cada año llegaría llena de programación reivindicativa. En la recepción que ofreció el alcalde, junto con representantes del PSOE y del PP, se emitió una declaración oficial en la que se apostaba por alcanzar una situación «de absoluta normalidad» en cuanto a las opciones sexuales de los ciudadanos. Antes de que la bandera ondease en el balcón, distintos colectivos se movilizaban «en el ámbito interno», como explicaba ayer Antón Prieto, técnico de protocolo del Concello de Pontevedra en esa etapa. Recuerda que el alcalde de Pontevedra lo animó a organizar algún acto para unirse a una marea multicolor que era una revolución en todo el país. Fue el principio, el punto de partida a unas celebraciones que años después se convertirían en el Festival Free Life Orgullo Pontevedra (FLOP). Se celebraba días después de la macro fiesta que cada año se organiza en Madrid, pero centrada en la música electrónica. Nació para reivindicar la inclusión y la diversidad en las mismas fechas en las que todo el planeta conmemorar los disturbios en Stonewall Inn de Nueva York, que simbolizan los derechos de los homosexuales, transexuales y lesbianas.

Esa celebración en Pontevedra se concentró de forma festiva en el parque del Gafos, apoyada por el Concello de Pontevedra, que siempre ha mostrado una enorme sensibilidad con la diversidad. «Ese festival de música electrónica se celebró durante cinco años. Todo lo que pasó en esa época contó con una predisposición magnífica, nunca se concibió como nada excluyente», recuerda Antón Prieto, que sitúa en ese momento un montón de agrupaciones de homosexuales y lesbianas en la ciudad que contribuían a normalizar su situación.

A día de hoy Pontevedra sigue celebrando en junio su Semana del Orgullo. Este año, bajo el lema Tecendo diversidade contra a violencia, el Concello impulsó actividades y talleres, además de la tradicional manifestación y una nueva edición de Ambienta. La Mostra Internacional de Cinema LGTBIQA+, en la que este año estaba como invitado el escritor y guionista Bob Pop, es una de las actividades más populares de la Semana del Orgullo, que en esta edición puso el foco en la violencia que sufren. Avante LGBT+, que colabora en la programación, da cifras que obligan a seguir peleando por los derechos. El 30 % del colectivo sufrió en el último año algún tipo de acoso por su orientación sexual o identidad de género.

Pontevedra comenzó a celebrara el Día del Orgullo dos años después de que el Gobierno central aprobase el matrimonio entre personas del mismos sexo. Antes de que pasasen por el altar, Verísimo Pazos y Emilio Bernárdez se habían convertido en el 2004 en pareja de hecho. El 25 de marzo del 2006 el alcalde de Pontevedra ofició la boda «real» reconociendo que estaba encantado de efectuar «o segundo casamento civil de persoas do mesmo sexo». Unos meses después, en Poio, otra vez dos hombres, Víctor Otero y Leonardo Lanoia se daban el sí quiero en una ceremonia civil celebrada en el Concello y oficiada por el alcalde Luciano Sobral. Todavía hoy, el regidor ya retirado, recordaba a la perfección como fue aquel enlace. «Foi unha boda con moita emoción por parte das familias, sobre todo por a nai dun deles», explica el que hasta ahora era el responsable municipal. Tanto la pareja de pontevedreses como esta última fueron los encargados de ir abriendo un camino que luego se multiplicaría y ganaría visibilidad con la celebración del Día del Orgullo en toda la comarca. Desde que ese 28 de junio se colgó la primera bandera multicolor en el Concello, cada años se repite la misma escena para respaldar una movilización que sigue siendo vital.