El motor económico del triatlón no es la élite

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Israel Solorzano y Héctor Quezada, mexicanos que compiten en grupos de edad
Israel Solorzano y Héctor Quezada, mexicanos que compiten en grupos de edad Ramón Leiro

Más de 2.200 triatletas de grupos de edad costean sus viajes y dinamizan Pontevedra

23 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Suzanne Mink vive en Washington . Tiene 71 años y está es su décima carrera del año y su noveno campeonato del mundo. Empezó la temporada en el Multisport en Ibiza y la cerrará este domingo en Pontevedra. Viene amparada por la selección estadounidense, luce su maillot a las puertas del CGTD, el centro de operaciones de los miles de triatletas que participan en la final de las Series Mundiales. Este desplazamiento le supone más de dos mil euros por cinco días. Eso es lo que le costó el viaje, el transporte de su bicicleta, la inscripción y el alojamiento en un piso turístico. Pero no es lo único que se gasta al año. Hace unos meses estuvo en Ibiza con un desembolso similar y las otras ocho fueron por Estados Unidos. Ella es un ejemplo de los más de 2.200 atletas que conforman los grupos de edad y que tendrán el domingo por la mañana su jornada de competición, la prueba mayoritaria que agrupa a los participantes en tramos de cinco años. «Sus inscripciones son las que benefician a una ciudad porque consumen durante varios días», apuntan fuentes de la federación.

Un estudio de la World Triathlon (federación internacional) recoge que el 50 % de los deportistas que participan se quedan más de cinco noches en la ciudad y un 79 % escogen hoteles para pasar su estancia. Los grupos de edad son los que mueven una final que espera reunir estos días a cerca de 12.000 personas en Pontevedra. Ponerla en marcha conlleva un desembolso de 2,8 millones de euros, pero el retorno económico multiplica por cinco esa cantidad.

El Concello de Pontevedra calcula que se llegará a los 15 millones. La inscripción de cada participante es de 250 euros, pero hay federaciones que elevan ese precio para ayudar a cubrir otros gastos, como el de los competidores élite. Cada país fija sus normas y los más grandes organizan paquetes con vuelo, alojamiento, transporte y servicio de mecánico y fisioterapia en el precio. El desembolso económico de cada uno se cuenta por miles. Solo de inscripciones del grupo de edad la organización recauda casi 550.000 euros. Dan la vuelta al mundo cada año para participar en distintas pruebas.

Una pareja de brasileños, Hedla Lopes y Pedro Angelo Bastos, de 65 y 60 años, respectivamente. A ellos también les tocará salir el domingo a correr. Por la mañana será su turno y por la tarde, el de su hija Vitoria Lopes, que compite en élite. Esta pareja destina cerca de cuatro mil euros a los días de la competición. Ella lleva seis carreras este año, pero es una habitual de los ironman, un triatlón de larga distancia que supone casi cuatro kilómetros a nado, 180 en bici y 42 corriendo. «En mi vida he hecho ya 22, pero me quedo con el de Kona (Hawai) y Sudáfrica», dice Lopes, que este año ha corrido tres.

Participar en Pontevedra le supone atravesar el plantea para competir. Es su filosofía de vida y la de miles de deportistas veteranos que estos días llenan la ciudad. «La mayoría de los triatletas de grupos de edad se toman estas pruebas como sus vacaciones», apuntan desde la World Triathlon. Israel Solorzano y Héctor Quezada son mexicanos, de Cancún, y es su primera competición internacional este año. Salen una vez al año para competir en un Mundial. Ellos lo harán en el grupo de entre 35 y 39 años. «Pontevedra es una ciudad hecha a la medida del circuito», explica.

El revulsivo económico que supone para Pontevedra, con la hostelería con el cartel de completo y varios turnos de servicio para atender la demanda, se prolongará durante varios días. «Nosotros viajaremos de Pontevedra a Sevilla y recorreremos el sur hasta Madrid», apunta Solorzano, que calcula que gastará cerca de cuatro mil euros.

Según el informe realizado por la World Triathlon, el 75 % de los triatletas vienen acompañados de una persona y el resto lo hace con dos o más miembros de su familia. El cálculo que se baraja desde la Federación Nacional de Triatlón es que cada participante gaste una media de 100 euros al día. La hostelería se ha esforzado en hacerle la vida más fácil. Algunos de ellos reconocían estos días que la final de las Series Mundiales en septiembre implica una prolongación de la temporada muy importante para ellos.

Pontevedra es una de las citas más multitudinarias de las Series Mundiales y Estados Unidos, Gran Bretaña o México como las selecciones más numerosas. La ciudad es estos días un enorme conglomerado lenguas que se entienden con el lenguaje del deporte. Ruth King es la tercera carrera del Mundial este año. Estuvo en las Series Mundiales de Hamburgo y en el de larga distancia de Ibiza. Ella y su marido viajan desde Pensilvania en busca de una medalla. Lleva más de 30 campeonatos del mundo a sus espaldas. «Son sobre dos mil euros persona», apunta Ruth minutos antes de enfilar la calle Padre Fernando Olmedo para continuar con su preparación.

Denise Allen y Tracy Roberts son compañeras de selección de King. Vienen desde Chicago y Portland Mane, respectivamente, para competir en el grupo de edad de 55 a 59 años. En su caso calculan que el desembolso superará los cinco mil euros. El goteo de gasto en Pontevedra es constante en bares, hoteles y comercio. Son los grupos de edad los que convierten la final de las Series Mundiales en un acontecimiento social histórico para la ciudad. Si cada uno de ellos invierte cerca de dos mil euros en el viaje, su participación supone un desembolso conjunto de 4,5 millones de euros para conocer Pontevedra.