Lupe Murillo, presidenta del Pontevedra CF: «La nueva temporada es una liberación tras dos años malos»

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Ramón Leiro

Asegura que la reestructuración y la marcha del equipo vuelven a ilusionarla

05 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Lupe Murillo (Pontevedra, 1970) está a punto de cumplir diez años al frente del Pontevedra CF. Ha sido una década de altibajos en los despachos y en el terreno de juego, pero la reestructuración en la parcela administrativa le ha devuelto una ilusión que estaba tocada tras dos años que prefiere borrar. Se ha hecho muchas veces la pregunta de si todo esto vale la pena y siempre encuentra la misma respuesta: sí. Quiere llevar el equipo al fútbol profesional, pero en un ascenso construido con paciencia para que no se desmorone ante un revés, como ya ha ocurrido con anterioridad. El Pontevedra CF llega líder al año nuevo y con más de 50 socios que entraron en la ampliación de capital.

—¿Es el mejor comienzo de año posible?

—Sí, el mejor. Estamos líderes, algo que esperábamos como agua de mayo y por tanto, estamos felices.

—Es el mejor comienzo de liga de los últimos años después de una pretemporada floja, ¿esperaba estar en esta situación?

—Sabíamos que teníamos una buena plantilla, de hecho había piezas básicas que se quedaron del equipo del año pasado. Sabíamos que eran jugadores contrastados que habían estado en Primera Federación y lo reforzamos con unas piezas que creemos, eran los mejores. La pretemporada fue floja, pero en estos casos se pide paciencia. La tuve y el entrenador es bueno y sabe lo qué hace y a lo qué viene.

—Venía el equipo de un año complicado con cambios de entrenadores, director deportivo... ¿Fue el más duro desde que llegó?

—Sin duda, los dos últimos no fueron nada fáciles dentro del club en todos los aspectos que puede haber. La nueva temporada ha sido una liberación después de dos años muy malos.

—¿Qué fue lo peor de un año que acaba muy bien, pero que fue complicado?

—A nivel personal, muchas cosas, y a nivel deportivo, el descenso.

—Tras esta etapa, advirtió públicamente que cogería de nuevo las riendas del club. ¿Qué significó?

—Supuso volver a tomar las decisiones en directo, a trabajar con la gente más cerca y a acercarme a lo que tenía que haber sido y durante dos años no pudo ser. Estamos trabajando de nuevo en equipo y los resultados están ahí. A todos nos toca borrar esa etapa en la que hemos sufrido tanto y pensar otra vez que somos el Pontevedra, que tenemos capacidad y que vamos a hacerlo bien. Así que de este año me quedo con la capacidad que poseemos de saber reinventarnos y hacerlo bien. Ahora estamos metidos en todo. Trajimos a Elías Espiñeira, con el que había trabajado hace muchos años y sabía que tenía que volver para poder tener la misma emoción que cuando hace nueve años empecé en este club. Estábamos perdiendo esa ilusión a medida que avanzaba la temporada y te hacía preguntarte si valía la pena. Pero borramos ese pasado y estamos ilusionados y contentos con la afición, los jugadores y el trabajo.

—Y usted, ¿está contenta?

—Todavía intento curar esos momentos, pero me ilusiono.

—Cuando llegó Elías Espiñeira, dijo que «el objetivo era llegar al fútbol profesional». ¿Comparte esa idea del mánager general?

—Somos competitivos y queremos estar en lo más alto, pero tenemos que aprender a tener paciencia porque cuando construyes sobre el barro, esas arenas movedizas no te permitirán crecer. Hay modelos distintos, nosotros tenemos que reinventarnos, pero lo que está claro es que el Pontevedra tiene futuro ahora y seguirá teniéndolo cuando yo me vaya. A nadie se le escapa que tenemos que estar en Primera RFEF, pero con pies de plomo y capacidad de reinventarnos cada vez que vengan mal dadas.

—Pescamar siempre sale al rescate del club para aliviar la tensión de tesorería. ¿El Pontevedra podría seguir vivo sin esos préstamos?

—El club depende mucho de los patrocinadores importantes y me encantaría que hubiese más que quisieran vincularse al equipo. Alguna vez plantee la posibilidad de que nos uniésemos algunos empresarios para hacer algo más grande, pero son opciones que no fructifican. En estos momentos, el patrocinio de Pescamar tiene mucha importancia porque por desgracia hay pocos clubes en España que se mantengan solo con las aportaciones de los socios.

—El consejo de administración lanzó una ampliación de capital por más de 373.000 euros, ¿Cuántos socios concurrieron?

—Más de 50 accionistas acudieron, entre ellos está Pescamar, como ya se había anunciado.

—¿Cuánto calla Lupe Murillo de todo lo que ha visto estos años?

—Mucho.

—Está a punto de cumplir una década en el Pontevedra, ¿todavía queda energía?

—Hago los diez años en julio del 2024 y seré el presidente más longevo del Pontevedra. Hay que tener mucho aguante para estar aquí, con subidas, bajadas y de todo. Ahora me he vuelto a reilusionar, estoy contenta con el entrenador, con el rendimiento de los jugadores, muy tranquila con Elías Espiñeira dentro, y los demás funcionando como debería y se esperaba. Hay inconvenientes, pero son del día a día.

«Pienso en grande para Pontevedra y creo que una ciudad deportiva es ilusionante»

 

 

La presidenta del Pontevedra no archiva sus aspiraciones dentro del club. Ahora que ha recuperado la ilusión, peleará de nuevo por una ciudad deportiva.

—Reactivar la parte social es el reto del club cada temporada, pero es difícil que se vea más gente en el estadio.

—Nos ponemos unas expectativas altas porque somos de Pontevedra y tenemos grandes deportistas y somos una ciudad grande, pero a veces no somos capaces de conseguirlo. Cada vez hay menos gente en el fútbol, hay más ocio y eso resta el aforo de los espectáculos que son al aire libre. Es difícil que en invierno venga gente y más cuando la Televisión de Galicia los da en directo y gratis. Me enorgullezco de llenar Pasarón en los play off porque cuando hace falta la ciudad responde, pero cada vez hay menos sentimiento de pertenencia. La evolución del fútbol tiene que verse desde arriba, los que tienen más medios tendrán que ver cómo se puede reinventar el mundo del fútbol.

—¿Ha desterrado la posibilidad de que el Pontevedra tenga una ciudad deportiva?

—Cuando lo plantee en el Ayuntamiento no encontré la convivencia que quería y lo aparqué, pero ahora que vuelvo a tener la ilusión, me lo vuelvo a plantear. Y yo, que siempre pienso en grande para la ciudad, sigo creyendo que sería ilusionante tenerla.