«Los alumnos necesitan piel y pelo natural, pero en el instituto no se trabaja a la carta»

PONTEVEDRA CIUDAD

Personas piden cita en el IES Frei Martín Sarmiento de Pontevedra para hacer de modelos
02 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Si alguien llama al número de teléfono del IES Frei Martín Sarmiento de Pontevedra oirá al otro lado el siguiente mensaje: «Ola, está vostede chamando ao instituto de ensino secundario Frei Martín Sarmiento. Para falar co centro prema un, para pedir citas para estética ou peiteado prema dous». Desde siempre este centro educativo de la ciudad, que imparte ESO y bachillerato, pero también formación profesional, contó con modelos para las prácticas de los ciclos de la familia de Imagen Personal. En la pandemia del covid la atención al público se dejó de hacer y, una vez pasada la alerta sanitaria por el coronavirus, se recuperó. Entonces, el equipo directivo y el departamento de Imagen Personal decidieron poner una línea externa con los talleres para facilitar el contacto con los clientes y no molestar al centro educativo.
La jefa del departamento de Imagen Personal, la profesora Mercedes Dios, hace hincapié en que la atención al público se realiza desde siempre porque en los ciclos medios de Peiteado e Cosmética Capilar y Estética e Beleza y en el superior de Estética los estudiantes, en su mayoría mujeres, necesitan modelos reales. «Primero trabajan sobre modelos inanimados, con pelucas y modelos de uñas, pero están aprendiendo y después necesitan piel y pelo natural. Proporcionamos un servicio y cada módulo tiene su programación y unas necesidades de clientes», explica la docente.
Desde el departamento y desde el instituto dejan claro que no funcionan como una peluquería o un centro de estética normal. Son un centro educativo y la prioridad son las necesidades del alumno y no del cliente.
Esto debe quedar claro para evitar controversias o rifirrafes, que alguna vez se dan. «No se trabaja a la carta, el cliente dice lo que se quiere hacer y se tiene que adaptar a cómo trabaja el alumno», recalca Mercedes Dios. Y pone un ejemplo ilustrativo: «Si tienes una boda vas, no es eso». En general la atención al público como modelos funciona «bien», pero siempre hay que aclarar cuál es el proceder para que no haya dudas o malos entendidos.
No se cobra
¿Cómo funciona el servicio, que es gratuito? La persona llama al centro, a través de la línea de los talleres, y allí le dan una primera cita. La de observación, aclara la jefa de departamento: «Tiene que venir, observar e igual no es el modelo más adecuado. Aquí no se cobra por el servicio, el cliente presta su cabello o su piel, pero no se acepta una contraprestación económica porque eso sería una competencia desleal para peluquerías o centros de estética que pagan sus impuestos». Otra cosa es que alguien tenga un gesto con una caja de bombones. ¿Qué servicios realizan los alumnos? En peinado, se hacen acabados, recogidos, cambios de color y de forma y cortes; y en estética, uñas, tratamientos faciales y corporales y masajes, «siempre adaptados a las características de los alumnos, en los ciclos medios usan las manos y en el superior ya emplean aparatos».
Las prácticas con modelos reales se realizan en horario de mañana y de tarde, dependiendo de los módulos, y siempre en horario lectivo. En estos momentos no tienen clientes fijos que repitan, como sí hubo antes de la pandemia con varias señoras mayores. Aclara la docente Mercedes Dios que el ritmo de trabajo tampoco es el mismo que en una peluquería o un centro de estética al uso. «Eso tienen que tenerlo muy claro. El ritmo no es en una hora lista. La satisfacción del cliente va en función del resultado del trabajo. Al revisarlo el profesor pregunta al cliente, a veces gusta y a veces no. Lo importante es que están aprendiendo».
Reducir incidencias
En el primer trimestre, los alumnos de los ciclos de Imagen Personal suelen trabajar con modelo inanimados. A medida que van avanzando en conocimientos se pasa a los modelos reales, para reducir al mínimo las incidencias o accidentes posibles. Los clientes que hayan acudido alguna vez tampoco tienen preferencia sobre los nuevos. «Lo fundamental que tienen que entender es que esto es un centro de enseñanza. Aquí se combina la teoría con la práctica y hay una programación. Cuando hay un corte, primero se explica la técnica y se practica y hasta que el alumno no lo domina no se pasa a otro tipo de actividad», comenta.