
El conjunto granate no pudo pasar del empate en el encuentro de vuelta antes los andaluces
03 jun 2024 . Actualizado a las 13:34 h.No hubo opción. Ni las diez mil personas que acudieron a Pasarón ayudaron a que el Pontevedra superara al Betis B en la eliminatoria por el ascenso a 1.ª RFEF. A los granates les valía un triunfo por la mínima para llevar el partido al menos hasta la prórroga, pero en ningún momento parecieron tener el control sobre el encuentro. De hecho, pareció que quien tenía más experiencia, más saber hacer sobre el césped, era el conjunto bético a pesar de su juventud.
Salió el conjunto granate demasiado acelerado al partido. Quizás, obviando que con un solo gol le bastaba para llevar el duelo a la prórroga, donde tenía ventaja. Pero pareció que el conjunto de Yago Iglesias quería marcar el segundo gol antes que el primero. Y las prisas no son buenas consejeras.
De hecho, la primera gran oportunidad del encuentro llegó con la firma del conjunto andaluz. Esas prisas, esa ansiedad que acompañó al equipo granate durante todo el encuentro, derivaron en un error que se plasmó en un mano a mano de Yanis con el guardameta local Edu Sousa. En realidad, el gran problema del partido fue que Edu tuvo más protagonismo que su homólogo bético.
El Pontevedra no conseguía llegar con combinaciones trabajadas a la meta rival y comenzó a buscar los disparos lejanos como fórmula para intentar infundir un poco de miedo a Guillehrme. No era bastante. De hecho, más que miedo hubo un par de sustillos, porque a los granates les faltaba chicha. Todo lo contario que al Betis B, que llegó a Pasarón con la lección bien aprendida. No se trataba únicamente de defender ese gol de ventaja que traían, se trataba de recordarle al conjunto local que las garras también estaba afiladas y que, en cualquier momento, podía llegar un perdigonazo. Lo recordó Jesús cuando el encuentro acababa de pasar la primera media hora, pero de nuevo Edu Sousa se impuso al delantero visitante.
La presión de los locales se acentuó en el último cuarto de hora de la primera mitad. El reloj comenzaba a apretar, pero el Betis B parecía más un conjunto resabiado que un filial y los huecos no aparecían. Y los que surgían eran perfectamente cubiertos. La ocasión más clara para el conjunto local llegó en el tiempo de prolongación de la primera mitad. Sucedió cuando Garay lanzó un buen disparo que Guillheme desvió a saque de esquina.
Al descanso el marcador estaba inalterable, y al Pontevedra se le escapaba el tiempo. De hecho, el panorama no cambió en demasía y fue Edu Sousa el portero que tuvo que lucirse al poco de comenzar la segunda mitad. El Betis B, con un plan de partido muy claro, parecía tener todo bajo control.
Yago Iglesias intentó agitar el avispero cuando se rondaba la hora de juego con un doble cambio. Entraron Toño y Rufo, pero el problema no era tanto de jugadores como de situación sobre el terreno de juego, no era tanto de peones como de planteamiento. El Pontevedra no era capaz, apenas lo fue durante los noventa minutos, de hacerle daño al Betis B, que cada vez parecía estar más cómodo sobre el césped de Pasarón.
Los andaluces lanzaron un primer aviso con Jesús y dinamitaron la eliminatoria con el tanto del propio delantero bético, que aprovechó una contra para poner el 0-1 en el marcador. La tarea comenzaba a ser épica. Ya no era solo el resultado adverso del partido de ida; eran las malas sensaciones que estaba dejando el de vuelta, y que no parecía tener el Pontevedra las ideas muy claras de por dónde hincarle el diente al conjunto andaluz.
Guèye parecía la mejor opción para darle un toque de esperanza al encuentro. Y así fue. Una acción del senegalés insufló un pelín de esperanza a una grada que nunca dejó de creer. Quedaba poco tiempo pero, por fin el Pontevedra parecía acercarse con peligro, ahora sí, a la portería bética. Rufo perdonó una vez, pero no dos. Y a la segunda ocasión marcó el gol que devolvía la esperanza al equipo y a la afición. Poco más de diez minutos quedaban para el final del partido cuando el pichichi granate marcó el tanto del empate. Faltaba otro para llevar el duelo a la prórroga y alguna acción, aunque es verdad que no demasiada clara, levantó la esperanza en la parroquia local. De hecho, probablemente, lo mejor del partido fue el apoyo de las diez mil personas que se plantaron en Pasarón. Un apoyo que, sin embargo, no fue suficiente. El Pontevedra se enredó en un final de partido en el que los balones al área fueron su principal argumento ante un Betis B que demostró que, a veces, el éxito del otro fútbol, o como se le quiera llamar, no tiene que ver con la edad y sí con la calidad. Y ahí venció la del guardameta visitante cuando Guillherme evitó con su intervención que Dalisson llevara la eliminatoria a la prórroga en el último suspiro. El disparo del jugador granate fue muy bueno, pero la intervención del portero bético le dio el ascenso a su equipo al evitar la prórroga.
Ficha técnica
Pontevedra: Edu Sousa, Bastos (Toño Calvo, min 60), Churre, Mario Gómez, Álex González, Yelko, Chiqui (Guèye, min 70), Samu, Dalisson, Garay y Charly (Rufo, min 60).
Betis B: Guilherme, Visus, Mateo (Enrique, min 56), Ortiz, Yanis (Marcos Fernández, min 70), Sorroche, Souleymane, Lucas, Carlos Reina (Elyaz, min 87), Mendy (Andrés Caro, min 70) Jesús.
GOLES: 0-1, min 73: Jesús. 1-1, min 87: Rufo.
ÁRBITRO: Jerónimo Montes Gracia-Navas. Expulsó al visitante Enrique. Amarillas a Charly, Samu, Chiqui, Mario Gómez; Souleymane, Reina, Yanis y Guilherme.