El sueño cumplido de Begoña, que cruzó a nado la ría de Pontevedra
PONTEVEDRA CIUDAD
A sus 56 años, y tras haber empezado a nadar hace solo tres, empleó algo más de dos horas y media en completar su aventura
24 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.«Creo que estoy en la plenitud de mi vida y con una energía impresionante», afirma Begoña. Y así debe ser a tenor de lo que hizo hace apenas unos días: cruzar a nado la ría de Pontevedra entre la playa de Nanín y la de Lapamán, algo más de siete kilómetros de recorrido. «No será para tanto», pensará alguno, pero sí lo es cuando se comprueba que Begoña tiene 56 años y que comenzó a nadar hace tres solamente. «Cruzar a nado la ría era un sueño que tenía desde siempre», afirma y dice que ha vencido sus reparos a ser protagonista por un día porque le han dicho que su historia puede ser inspiradora para otras mujeres.
«Terminé muy bien. Lo que se me hizo más duro fue el frío. Cuando me metí en el agua no lo pensé demasiado, porque si lo pensara igual me daba la vuelta», recuerda. Superar el frío era uno de los retos, porque la temperatura del agua estaba entre los 14 y los 16 grados y Begoña pasó algo más de dos horas y media en el agua. Mucho tiempo para pensar en todo: desde que a lo mejor el frío podría provocarle algún problema en los pies a en la agenda que tenía la semana siguiente.
No hubo tiempo para sustos, aunque la amenaza de las orcas, que últimamente están haciendo alguna incursión, ahí estaba. Afirma Begoña que desde el barco de apoyo que llevaba, en el que iba su familia, vieron a lo lejos algún delfín, pero poco más. El único incidente, pequeño, llegó cuando atravesaba la zona de bateas. «Algo rápido pasó por debajo de mi cuerpo. Me impactó, pero dije ‘Bego no queda nada, sigue dando brazadas’», recuerda. Y así fue. Cerca de cinco mil dio hasta llegar a la playa de Lapamán. «Besé la arena como el Papa al llegar», bromea. Todo ante la expectación de los bañistas que estaban en el arenal, que no sabían muy bien de dónde había salido aquella mujer, que llegó, tocó la arena y regresó al barco de apoyo. «Fue muy emocionante, porque es la ría en la que veraneaba de pequeña», dice una mujer que ya tiene ante sí su próximo reto: cruzar a nado el estrecho de Gibraltar. Será en el año 2025 y no hay duda de que lo conseguirá.