«No quiero llorar tu muerte pero es imposible»: la discoteca La Luna sigue llorando a su «jefe de obra» mientras le prepara un homenaje para el domingo

De Oviedo hasta Pontevedra llegó este lunes la cantante de una orquesta para despedir a Álvaro Villamaña Méndez, fallecido a los 68 años de edad. Muchos otros músicos, representantes, cantantes o técnicos de sonido lo hicieron desde otros puntos de Galicia. Porque en el mundo del espectáculo Álvaro, cofundador de la discoteca Luna y en su día director de la empresa Espectáculos Méndez, que llevó a numerosas orquestas gallegas, era una persona tan conocida como querida. La discoteca Luna, su casa oficiosa, en la que cariñosamente le decían que era el «jefe de obra» porque todo lo supervisaba para que nada fallase, también le sigue llorando. Varias fueron las publicaciones hechas en las redes sociales de la sala de fiestas, que cerró el último domingo en señal de duelo, para recordar a Álvaro. La última la firma Jorge Santos, también socio de La Luna, que trabajó mano a mano con él y sobre todo compartió los últimos meses de vida con Álvaro, que sufrió un cáncer que finalmente le provocó la muerte. «Querido Álvaro, no quiero llorar tu muerte pero es imposible», le dice en una emotiva misiva que le escribe a través del Facebook de la discoteca. 

Fue a finales de los años ochenta cuando cuatro amigos montaron la actualmente emblemática discoteca La Luna en Pontevedra, a la que cada domingo llegan autocares de las cuatro esquinas de Galicia con numerosos mayores (y también algunos jóvenes) deseosos de baile y diversión. De aquellos cuatro socios ya han fallecido tres. El primero fue Manolo Santos, que murió hace ya algunos años. Luego, a finales del 2021, la familia de La Luna despidió de forma inesperada a Emilio Sacarrera, que murió con solo 71 años de edad. Y este último fin de semana la sala de fiestas cerraba en señal de luto por la muerte de Álvaro Villamaña, que tenía 68 años. Ahora son los descendientes de Sacarrera, Santos y Villamaña los que siguen adelante con un negocio que, como ellos bien dicen, debería estar subvencionado porque «saca más depresiones que las pastillas». 

Como nadie quiere que La Luna pare, empezando por los bailarines, que a través de las redes sociales piden una y otra vez que la sala siga adelante, este domingo la música volverá a sonar fuerte en Cerponzóns, la parroquia pontevedresa donde está el local hostelero. Y, en esta ocasión, lo hará en homenaje a Álvaro Villamaña. Según explicaron desde la discoteca, se va a poner una placa en honor de Álvaro y luego se le homenajeará de la forma que a él más le gustaría: con música de orquesta. La encargada de poner la melodía será Salsarena, que tocará en directo. Le pidieron que abra el baile con Viento del norte, de Nando y Sergio Agüeros, ya que era una de las canciones que más le gustaba. 

Dicen desde La Luna que, pese a estar enfermo, Álvaro intentó seguir al pie del cañón prácticamente hasta el final. En el mes de octubre todavía estuvo en la sala recibiendo a los músicos y poniendo todo en orden, como tanto le gustaba hacer. Todos en el local sienten que, efectivamente, se fue el «jefe de obra». Pero toca seguir construyendo. Así que sonará la música y se seguirá adelante con el sorteo del coche que promueve la sala, del que ya se están repartiendo rifas. Porque sí, eso es lo que le gustaría a Álvaro. 

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