El Messi de la orquesta gallega, en forma y en La Fórmula con su hijo Kevin: «As rapazas tolean con el»

PONTEVEDRA CIUDAD

El cantante Peke Moreira empezó con 12 años y se lo acabaron rifando las orquestas. Lo fue todo en Olympus. Pero es ahora cuando quiere dar la campanada; ojo con lo que prepara en Pontevedra
28 nov 2024 . Actualizado a las 10:54 h.Se llama Antonio Moreira (Tui, 1975). Pero es muy difícil recordar su nombre. Porque lleva siendo Peke desde los 12 años, cuando le fueron a llamar a la puerta de casa para que aprovechase lo que había aprendido en unas clases particulares de saxo tocando en un grupo llamado Emergencia. Él era tan pequeño y el instrumento tan grande que este casi rozaba el suelo. Así que el apodo de Peke le vino dado. Fue ese el comienzo de una carrera artística que ahora, peinando casi las 50 primaveras y llevando en la chepa más kilómetros que el baúl de la Piquer, sigue imparable. De hecho, el 2025 puede ser su año revelación. Dice que «tolea» con lo que pasará entonces. ¿Por qué? Porque la orquesta a la que llegó en el 2019 para serlo todo, desde director a cantante pasando por conductor del autobús, es decir, La Fórmula, cumple su primera década. Y él celebra el medio siglo de vida: «Así que terei que facer o mellor espectáculo do mundo», cuenta en una entrevista reconvertida en una charla entre él y Rocío, la chiquilla a la que conoció en una verbena con 16 años y que es su mujer y madre de sus hijos, el zumo natural que pide Peke porque «hai que coidarse» y las uñas pintadas a rayas negras y bien cuidadas que lleva él para evitar la tentación de comérselas.
Peke, efectivamente, pasó su adolescencia dando el callo en las verbenas. De Emergencia saltó al grupo Estrés, de ahí a Nazaré y a hacerse famoso por ser un músico de orquesta gaiteiro que, encima, tocaba la gaita pegando saltos. Porque él empezó aporreando el saxo, pero se dio cuenta rápido de que lo suyo «era cantar e montar o show». Así que se apuntó a una escuela de canto en Vigo y metió la directa al micrófono. Siendo muy joven lo fichó todo un grupo clásico de la verbena gallega: Los Alkar. Y ahí comenzó su meteórica carrera. Porque le encantaban estas formaciones, pero el cuerpo le pedía caña, quería «unha gran orquestra cunha banda detrás».
«Fun cambiando por pasta»
En esas estaba cuando debió sentirse como el Messi o el Ronaldo de la orquesta, algo que reconoce poniéndose hasta colorado, porque fue de fichaje en fichaje a golpe de talonario. «Claro que fun cambiando por pasta. Primeiro estiven en Philadelphia e, xusto cando mellor estaba, chegoume unha oferta económica tremenda de Olympus e non puiden renunciar». Fueron años frenéticos, de los de subirse al escenario y que el público gritase sin parar. «Tivemos moitos éxitos e medrei moitísimo como artista», indica. Ya en la Olympus dejó claro que lo suyo es ser un currante, porque por mucho que lo fichasen como a Messi al bajarse del escenario era él quien conducía el autocar para venir a casa.
En el 2019 le volvió a cambiar la vida. La orquesta La Fórmula se venía abajo y dos empresas, Froilán Eventos y San Millán Espectáculos, confiaron en él para intentar reflotarla. Le convencieron, sobre todo, porque iba a ser la primera vez que no trabajase como asalariado, sino siendo socio de la formación. Así que aceptó con la idea de seguir haciendo lo de siempre: «Dedicarlle 24 horas á orquestra».
Las cosas empezaron bien y, aunque la pandemia fue un batacazo, en el año 2022 remontaron el vuelo y lo hicieron con una fórmula —nunca mejor dicho, llamándose La Fórmula— inédita para las orquestas y que causó sensación: presentan su gira en una gala en directo, de asistencia gratuita. Este año lo harán el domingo 15 de diciembre, a partir de las cinco de la tarde, en el auditorio de Afundación en Pontevedra. Habrá música y tiempo de fotos, autógrafos y abrazos, que para algo tienen un club de fans con más de seis mil socios.
Peke habla con orgullo del trabajo hecho; de que mantiene un grupo de Whatsapp con mil personas porque la aplicación no da para más. Y hace una confesión mirando de reojo a su mujer. El hombre al que sobre el escenario jamás le duele ni un hueso porque «ver o público quítache todos os males», cuando se baja el telón, según él mismo dice, es «un soso» que ni baila ni va de fiesta. «Non teño vicios, nunca fun de borracheira. O meu é estar na casa», indica entre risas. Igual es esa la fórmula para estar en forma y en La Fórmula a los 50. Y que viva el trabalenguas.
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«Por quen morren as rapazas é polo meu fillo Kevin»
Peke miente al decir que en el mundo de la orquesta sigue «porque hai que gañar cartos». O miente en parte. Porque se le nota que, con casi 50 años a cuestas, tiene ilusión de niño por lo que hace. Se le iluminan los ojos pensando en la gira que está preparando con La Fórmula para que la orquesta cumpla una década por todo lo alto. Y su cara se vuelve emoción pura cuando cuenta cuál es la gran noticia que esperan los fans de la formación: «O que a xente quere saber é se segue o meu fillo Kevin con nós, que empezou tamén na orquestra porque lle encanta.. por quen morren as rapazas é por Kevin», tolean con el», dice este todoterreno de la verbena.