
El dúo de humoristas presentan su nuevo espectáculo en el auditorio de Afundación
02 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Se titula 17 Veces Reloaded, pero, tal y como señalan desde Chao Management, el espectáculo «podría llamarse también 17 veces revisited o 17 veces evolution o 17 veces el montaje del director... Ya que se trata de un espectáculo rehecho, revisado, evolucionado y nuevamente montado» en el que Faemino y Cansado demuestran que siguen siendo los reyes del humor absurdo. Es algo que podrán comprobar todos aquellos que este domingo acudan al auditorio de Afundación de Pontevedra (21 horas) y cuyas entradas se pueden adquirir en Ataquilla.com a un precio desde 24,20 euros.

17 Veces Reloaded es, por tanto, algo más que una actualización de 17 Veces, considerado en su momento como el espectáculo más rupturista de su carrera de humoristas. Y es que, «sin citar a Kafka diremos que su metamorfosis no le llega a la suela de los zapatos a lo que se ha ocurrido con 17 Veces. Podríamos incluso haber cambiado el nombre, pero la pereza es la madre de todos los vicios... ni nosotros mismos somos conscientes», añaden.
El origen
Aquel primer show partía de una premisa, si es que puede llamársele así. Y esta sostenía que, «según la tradición Kaon Lin de la bimilineraria cultura china, el dios Kuan Lon, la única deidad que vive en una cantimplora, permite a un ser humano gozar de clarividencia catorce veces en una vida». Sin embargo, Faemino y Cansado han decido pasarse «por el forro la tradición Kaon Lin de la bimilenaria cultura china, como otras muchas, y sostienen que catorce son pocas y que ellos ya van por diecisiete».

Lo cierto es que este show es la eclosión de un sendero que tiene sus orígenes en la década de los ochenta cuando Carlos Faemino y Javier Cansado decidieron formar un dúo conocido entonces por Tato y Kiko, nombre que evolucionaría a Los hermanos Benítez hasta que, tal vez, la clarividencia les hizo adoptar finalmente por Faemino y Cansado. La suya fue una carrera prototípica, ya que, tras unos primeros shows en el parque de El Retiro, saltaron a los bares para luego subirse a los escenarios de los teatros y culminar en la televisión, en programadas como La bola de cristal o Cajón desastre. E, incluso, tuvieron programa propio, El orgullo del tercer mundo.

No obstante, tras estas incursiones en la pequeña pantalla, quedó claro que su hábitat natural son los teatros.