
El Museo Gaiás repasa la trayectoria del pontevedrés con más de medio centenar de piezas
09 abr 2025 . Actualizado a las 04:55 h.«La pintura es mi vida, no sé hacer otra cosa y, además, me gusta». Las palabras son de Rafael Úbeda (Pontevedra, 1932). Podrían sorprender pero no lo hacen después de recorrer la muestra retrospectiva que abrió ayer sus puertas en el Museo Gaiás con intención, también, de rendirle homenaje a uno de los nombres propios de la pintura gallega. Es un repaso por siete décadas de creación, desde los primeros trabajos a finales de los años 50, como es el retrato «Natalia» (1958) —una de las primeras pinturas que realizó en Madrid—, hasta la actualidad, «Sueño armónico» (2023). Porque Rafael Úbeda, ayer muy emocionado «con tantos elogios», continúa con el pincel en la mano y acudiendo todos los días a su estudio de Samieira (Pontevedra).
La exposición «Rafael Úbeda. Visión retrospectiva», que podrá visitarse hasta el 7 de septiembre, está conformada por más de medio centenar de obras: 45 pinturas, cinco dibujos y una pieza audiovisual inédita para sumergirse en su proceso creativo, que siempre estuvo muy marcado por sus vivencias personales y un periplo vital que lo llevó por varios países: «Los temas que realizo tienen que ver con mis vivencias». Y una de las que le marcó fue vivir durante siete años en un camerino en Madrid, a donde llegó después de viajar en un camión de pescado. «Todo son autorretratos, es todo muy sentido, muy personal, aunque lo que refleje no se parezca a mí», cuenta en la pieza audiovisual que forma parte del recorrido expositivo.
La exposición está ordenada cronológicamente, reflejándose distintas etapas, desde sus primeros estudios que lo llevaron a Madrid, a su estancia en Holanda a principios de los años 60 donde se acerca a la pintura barroca holandesa, para más tarde acudir a Roma durante cuatro años tras ganar el Gran Premio Roma. Un tiempo en el que conoce al director Federico Fellini y al actor de comedia Totó. Después, ya regresa a España. Un recorrido en el que puede apreciarse también el gusto por el color del artista —«el que más me interesa es el rojo»— y su estrecha relación con la música. Son muchas las pinturas en las que aparecen instrumentos o elementos musicales ya que Rafael Úbeda también es violinista.
«Era necesaria unha revisión da obra de Rafael Úbeda porque nunca se abordara de xeito tan ambicioso», resaltó la comisaria de la muestra, Pilar Corredoira, indicando que en el Gaiás se pueden ver algunas obras del artista muy pocos conocidas de su primera etapa. Además, para la muestra ha llegado por primera desde la Real Academia de Roma «Da feria» (1967).
En el acto inaugural también participó el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Ángel Santalices, que recordó la generosidad del pintor, que donó una obra a esta institución. Además, recordó que el interés de Úbeda porque su legado forme parte del patrimonio de Galicia. «Temos que ver como podemos solucionar isto», afirmó. El conselleiro de Cultura, José López, recordó la importancia de «honrar como sociedade a aqueles que fan un traballo extraordinario».