Los pósitos reciben el visto bueno de siete planes de explotación de recursos en el ámbito de los pósitos pontevedreses
10 ene 2017 . Actualizado a las 05:05 h.La Consellería do Mar aprobó los planes de explotación de recursos marisqueros para este año que le propusieron las cofradías. El sector confía en que se repitan este año los buenos precios que tuvieron durante gran parte del 2016 algunos productos como la almeja fina y la japónica, verdaderos pilares económicos de la lonja de Campelo, la principal rural marisquera de la ría pontevedresa. Los siete planes de explotación que se llevarán adelante en la comarca siguen la línea marcada en el último ejercicio con unos programas donde apenas hay novedades. Sí que existen en algunas cofradías proyectos de diversificar más la actividad que desarrollan, pero en un sector tan competitivo como el pesquero, estos programas solo se harán públicos cuando esté todo bien atado. Nadie quiere quedarse fuera de juego por ser excesivamente precipitado en sus anuncios.
De esta forma y para enfilar el año que acaba de empezar, las cofradías de San Telmo, Raxó y Lourizán mantienen su alianza estratégica para la gestión conjunta de la lonja de Campelo. La única novedad es que se introduce el permiso para explotar el carneiro entre las especies que pueden recoger las trabajadoras del sector de a pie en las playas y que también se reducen los puntos de control a cinco lugares. Si a priori no hay dudas de que la almeja japónica mantendrá su abundancia de capturas, existen otras incógnitas que preocupan al sector. Por un lado, está la almeja fina, la principal especie de este molusco en lonja y que en la segunda mitad de este año no ha aparecido en los bancos con el volumen esperado. Y por el otro, está por ver cómo evolucionan los precios del berberecho en caso de que este bivalvo sea capaz de sobrevivir a la primavera y a la plaga de la marteilia que asoló sus bancos hace cuatro años en la ría. Los problemas del berberecho con la marteilia han sido, de hecho, uno de los principales problemas de la lonja poiense, porque antes de la plaga de la marteilia, suponía más de un millón de euros de ingresos al año.
Al otro lado de la ría, el percebe es uno de los productos más valiosos para la cofradía de Bueu. Los percebeiros trabajan en las islas de Ons y Onza, donde recogen este producto, una de las estrellas gastronómicas de las épocas festivas, cuando es raro que baje de los cien euros el kilo. Mientras el percebe se mantiene como un producto caro, la navaja ha tenido una evolución con muchas más oscilaciones. Los navalleiros de la ría esperan que en el 2017 se puedan recuperar unos precios más acordes con el coste de la captura de este bivalvo.
En el ámbito más experimental, las cofradías de Portonovo y Sanxenxo llevan a cabo un plan de extracción del gavilán, una especie de gusano de mar, muy demandado en el sector pesquero como sebo. Esta es la última inclusión en la lista de planes de explotación. Otros más veteranos, sin embargo, como la peneira y las algas, no se aprovechan por varias razones operativas.