El animal quedó atrapado frente la playa de Canelas y ahora se hará una necropsia
02 abr 2019 . Actualizado a las 21:35 h.Fue la sorpresa de la mañana para la tripulación del Nuevo Vendaval, un barco de pesca de Sanxenxo, que se encontró con un tiburón peregrino, de unos tres metros y unos 200 kilos de peso, liado en sus redes a escasa distancia de la orilla en la playa de Canelas, cerca de Portonovo. El patrón del barco, Carlos Montes, explicó que cuando llegaron al lugar se encontraron con algo raro en el aparejo.
«Fumos a levantar as redes e vimos no medio o que pensamos que era unha plancha de ferro», precisó. Ni por asomo se imaginó que se iba a tratar de un enorme tiburón filtrador, es decir, que se alimenta de fitoplancton y no tiene dientes, por lo que no es peligroso para los humanos. El tiburón peregrino se aproxima con relativa frecuencia a la costa y es totalmente inofensivo, más allá del susto que alguien se pueda llevar al ver una aleta asomando por encima del agua. Cuando empezaron a recoger el aparejo, Montes interpretó, por la forma en que se encontraban las redes y el animal, que el tiburón peregrino intentó liberarse yendo hacia tierra y después hacia el mar, sin éxito.
Este patrón sanxenxino avisó al 112, el servicio de emergencias gallego, para informar del hallazgo siguiendo el protocolo habitual en estos casos. A continuación, con cuidado y sin sacarlo a bordo para no destrozar el ejemplar, se dirigió al puerto de Sanxenxo, donde está varado al lado de su embarcación.
Ahora se procederá a su necropsia a cargo de los científicos de la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma). Será en ese momento cuando se podrá determinar la causa concretar de la muerte del tiburón peregrino, si fue por enredarse con las redes o si por lo contrario estaba ya enfermo o tenía plásticos en su interior.