Juan Carlos I: el legado marítimo de un rey prendado de Sanxenxo

Marcos Gago Otero
MARCOS GAGO PONTEVEDRA / LA VOZ

SANXENXO

La Escuela Naval de Marín completó la formación militar del monarca, que halló en la ría un remanso de paz tras su abdicación

05 ago 2020 . Actualizado a las 19:51 h.

Príncipe de España, rey constitucional y monarca emérito son tres títulos que resumen la trayectoria pública de Juan Carlos de Borbón, que mantiene una estrecha relación con la ría de Pontevedra y con dos de sus localidades -Marín y Sanxenxo- desde su juventud. Si Marín fue su experiencia formativa en la Armada española, ya que estudió como caballero guardiamarina en la Escuela Naval, Sanxenxo fue su remanso de paz tras su abdicación, convirtiéndose en el lugar a donde podía recurrir cuando quería estar tranquilo o navegar como uno más en la ría de Pontevedra. Llegó a pasar aquí sus últimas horas en España antes de su anunciada marcha. Sea como sea, es innegable que el rey emérito guarda con la comarca una especial relación, más que con cualquier otra parte de Galicia.

En 1957, acompañado por su preceptor Álvaro Fontanals Barón, Juan Carlos de Borbón se incorporó a la cuarta brigada de la Escuela Naval y como caballero alumno también navegó en el Juan Sebastián de Elcano. El 16 de julio del año siguiente recibió su título y siguió sus estudios castrenses en la Academia de Zaragoza.

A Marín regresará una y otra vez, especialmente durante las celebraciones del 16 de julio, momento en que se entregan los reales despachos a los nuevos oficiales de la Armada. La presencia de Juan Carlos I fue la tónica durante años, acompañado bastantes veces por la reina, doña Sofía. Ya abdicado, coincidió el monarca emérito con su hijo y sucesor Felipe VI en el 300 aniversario de la fundación del cuerpo de guardiamarinas el 2 de junio del 2017, en unos actos solemnes en Marín.

El rey se dejó ver más de una vez por Pontevedra, en su función oficial, ya que la ciudad la conoce desde sus días de guardiamarina. Estuvo, por ejemplo, en la inauguración de la sede social de Caixanova el 15 de julio del 2006.

Reencuentro con la vela

Sanxenxo es quizás su localidad predilecta en Galicia, la villa a donde acudió una y otra vez invitado por su amigo y presidente del Club Náutico de la villa, Pedro Campos. Como rey, inauguró el 4 de noviembre del 2005 el puerto deportivo que lleva su nombre y participó en las jornadas que convirtieron a Sanxenxo en el epicentro mundial de la vela con la Volvo Ocean Race en noviembre del 2005. En aquel entonces era un monarca cuya pasión por la vela le llevaba sobre todo al Mediterráneo. Sin embargo, una de sus operaciones lo apartó del mar y no volvió a hacerlo durante varios años hasta que en septiembre del 2015 se reencontró con su pasión capitaneando el Acacia en el puerto de Sanxenxo.

Juan Carlos I quedó prendado de su periplo y lo repitió una y otra y otra vez durante años hasta que la pandemia le obligó a suspender sus frecuentes visitas a la localidad turística. Sus estancias en Sanxenxo llegaron a lograr que hiciese incluso pinitos con el gallego: «En Galicia nunca chove», bromeó en el 2016. La frase la recogieron todos los medios y sirvió como reclamo turístico de una villa donde el rey emérito se sentía como uno más y que encontraba en él una fórmula imbatible de promoción exterior.