El bueno tiempo y la afluencia de visitantes ayudó al éxito del evento de este año
05 sep 2021 . Actualizado a las 05:10 h.La pandemia, esa que no puede ni debe olvidarse porque aún sigue ahí, marcó la celebración de la Feira da Cebola de Sanxenxo. Así, las entradas y salidas estaban controladas para no disparar los aforos, lo que hizo que se produjesen colas para poder acceder al recinto. Además, no hubo el tradicional concurso. Pero que no se pudiese cumplir con todas las tradiciones no le quitó vistosidad a la feria, que fue más arte que nunca. Porque acudir a Sanxenxo a vender cebollas y punto es algo que pasó a la historia hace tiempo. Ahora los puestos son un escaparate artístico, con las cebollas convertidas en collares y alguna vendedora ataviada con traje tradicional.
Se instalaron hasta 51 puestos, que a media mañana fueron visitados por una comitiva municipal. El alcalde, Telmo Martín, y la concejala Paz Lago hicieron un recorrido por los puestos y comprobaron que, cada año más, la cebolla es arte en Sanxenxo.
En realidad, mucha buena huerta de O Salnés se dio cita ayer en la villa turística. Se podían comprar cebollas, pero también tomates que se comían con los ojos o calabazas de color naranja puro. Hubo colas en la Feira da Cebola pese a que a la misma hora cientos de personas estaban pendientes del arranque de la Vuelta a España, que partía también desde ese mismo entorno. Hoy Sanxenxo celebra ya su día de la virgen del Carmen.