El emérito viste un polo del club y se acercó a saludar al público. Preguntó por la gastronomía local y, en concreto, por los pimientos de Herbón
20 may 2022 . Actualizado a las 20:52 h.Con bastón, polo del Real Club Náutico de Sanxenxo, espalda encorvada y asistido para desplazarse, el emérito llegó al puerto deportivo recibido por decenas de personas con vítores de «viva el rey» y banderas de España. Pese a la expectación, no hubo declaraciones de Juan Carlos I, que se limitó a saludar con ambas manos a los asistentes. Le acompañó su hija, la infanta Elena, con gorra roja cubriendo la cabeza, y el empresario Pedro Campos, que lo acoge desde este jueves en una de sus propiedades en la parroquia de Nanín.
Juan Carlos I se acercó a saludar al público, encendiendo aún más los gritos de los asistentes, la mayoría con mascarillas. También vitorearon a Elena, con proclamas de «viva la infanta». El rey se interesó por la evolución de la pandemia y el turismo en la zona, que este fin de semana deja restaurantes con todas las mesas reservadas en Sanxenxo, un 100 % de ocupación hotelera y que, según el sector, la llegada del emérito supone una «enorme proyección» y un «espaldarazo» para la consolidación de la localidad como referente en el norte de la Península. El Borbón, emocionado por el recibimiento, reconoció estar muy contento por volver a Galicia y manifestó estar «muy bien». «No llueve», añadió. Preguntó también por la gastronomía local y, en concreto, por los pimientos de Herbón que suele comer cuando llega a Sanxenxo.
Entre los obsequios que recibió, el presidente del Clúster de Turismo, Cesáreo Pardal, le entregó el libro A guía da luz: Faros de Galicia e a súa gastronomía, editado por este organismo y la Xunta, con los faros más simbólicos de la costa gallega y recetas locales. Juan Carlos I recordó las veces que bordeó las Illas Cíes y pasó junto al Monte do Faro el archipiélago.
Según recoge Efe, una periodista de la TVG le entregó también unos zuecos hechos por el zoqueiro Alberto Geada. El emérito le respondió, en gallego, que «non chove», pero en un segundo intento, el equipo de seguridad le recogió el presente y, a continuación, dejaron pasar a la reportera para, sin micrófono mediante, explicar al padre de Felipe VI la historia de esa entrega. Geada contó a Efe por teléfono que está «alucinado» y que «es una noticia bestial, pues no contaba con ello». Afirmó que, detrás de ese calzado, hay una «técnica de trabajo» impresionante. «Es una pieza de museo», resumió. El verano pasado, la reina Sofía ya se había llevado una réplica en miniatura en un viaje suyo a Galicia.
El monarca se fotografió con la tripulación del Bribón, el barco con el que ganó el Mundial de 2019 en Finlandia, pero finalmente no competirá, pues se ha subido a bordo de una zódiac del Náutico de Sanxenxo (Pontevedra), de nombre Cristina. El alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín, dijo que Juan Carlos I participará en la regata desde el barco de acompañamiento. A las 13:34 bajó del Bribón, sin bastón, pero apoyándose en su acompañante, y fue recibido por la tripulación. Se quitó la gorra que llevaba para una foto con ellos y se metió en la lancha auxiliar para seguir la regata.
El rey emérito regresó a tierra a las seis de la tarde, tras cuatro horas de navegación, y a su llegada, en el pantalán, al pasar a la altura de los periodistas, muy sonriente y con la ventanilla del coche bajada, les ha dicho «muchas gracias, muchas gracias». Posteriormente, montó en el coche de Campos para dirigirse a la vivienda de Nanín donde el emérito permanece alojado el fin de semana.
El rey emérito no hizo declaraciones públicas más allá de mostrar su agradecimiento de forma repetida: «Estoy muy emocionado, muchas gracias», dijo a su círculo de amigos gallegos.
Según informó el Club Náutico, el Bribón quedó primero en las pruebas realizadas durante la jornada, por lo que de momento va en cabeza de la competición. Han señalado además que las condiciones de mar y viento han sido «espectaculares».
Regreso en junio
Juan Carlos I desayunó esta mañana con Martín, que aguardaba por él en el Náutico junto a varios miembros del club deportivo. El emérito asistió después a un homenaje de los socios del club para, acto seguido, acudir a la reunión de patrones previa al inicio de la regata que se celebra este fin de semana.
La intención del emérito es volver al municipio para el Campeonato del Mundo de Vela de la clase 6M, que se celebrará entre los días 10 y 18 de junio de 2022, según indicó el alcalde de Sanxenxo. Martín ha confirmado que el emérito pretende «defender el título» de campeón del mundo conseguido en 2019 al frente del Bribón, por lo que prevé volver a la localidad pontevedresa a mediados de junio. «¿Cómo me preguntas eso [en respuesta a si acudirá al campeonato]? ¡Tengo que defender el título!», respondió Juan Carlos I al alcalde.
Después de 654 días en Abu Dabi, el padre de Felipe VI volvió a su país para disfrutar de una de sus mayores pasiones, la vela, junto al regatista Campos. La última vez que Juan Carlos I compitió fue precisamente en 2019 en la ría de Pontevedra, donde en menos de un mes, salvo imprevistos, defenderá el título de campeón del mundo de la clase 6M.
La infanta Elena, contenta
La infanta Elena ha salido en un coche particular del Real Club Náutico de Sanxenxo (RCNS) y, ante las preguntas de los medios de comunicación que se han agolpado en la entrada, ha dado «muchas gracias» a todos y aseguró estár «muy contenta».
La hija mayor de Juan Carlos I lo esperó el jueves en el aeropuerto vigués de Peinador tras viajar desde Madrid en un vuelo regular y, una vez llegó el avión privado que traía a su padre de Emiratos Árabes Unidos, se fundieron en un abrazo y ella le hizo una reverencia. Este viernes acompañó al emérito al club náutico y, como él, saludó efusivamente a todos los que esperaban.
La infanta salió pasada la una, en un vehículo particular, del recinto deportivo, y viajará a Sevilla. Una socia ha salido tras ella y ha contado que el rey y su hija mayor habían subido a la planta tercera a saludar y que Juan Carlos I les dijo que estaba encantado de volver a Sanxenxo, tras 21 meses en Abu Dabi, agradecido por el cariño con el que ha sido recibido.