Miles de personas aprovechan el festivo para llenar las playas, disfrutar de su gastronomía y pasear por el tramo litoral más famoso de las Rías Baixas
25 jul 2023 . Actualizado a las 16:04 h.El 25 de julio, Día de Galicia, miles de personas se dan cita en Santiago de Compostela, con motivo de la efeméride más relevante del calendario autonómico. En Santiago y también en Sanxenxo, aunque en este segundo caso se podría más bien hablar de un «peregrinaje» turístico. La localidad costera pontevedresa está llena a rebosar este martes y ni el viento que sopla de vez en cuando ni las nubes que ocultaban el sol por la mañana han impedido que miles de turistas cumplan con el precepto vacacional y se llene Silgar hasta donde puedan coger las sombrillas. El domingo electoral supuso un bache en la curva ascendente de las visitas a Sanxenxo en el puente del 25 de julio, circunstancia que llevó al presidente del Consorcio de Empresarios Turísticos (CETS), Alfonso Martínez, a resaltar que los comicios generales repercutieron en la existencia de dos «minipuentes», uno que acabó el domingo por la mañana y otro que empezó el lunes por la mañana, aprovechando el público ese intervalo para su cita con las urnas. Este martes, sin embargo, Sanxenxo está lleno de bote en bote. Solo hay que acercarse por la capital turística de las Rías Baixas para comprobarlo.
Hay varios factores que delatan el éxito o el fracaso de una jornada festiva en Sanxenxo. El primero que sienten siempre los visitantes es el tráfico. Si hay retenciones para entrar en hora punta o dificultad para aparcar, que te lleva a dar vueltas una y otra vez hasta encontrar un hueco, entonces es un síntoma de que hay mucha gente. Ese elemento se cumplió hoy. Ni en Sanxenxo, ni en Portonovo está siendo fácil aparcar. Los párkings disuasorios se llenan y los huecos que se abren cuando un coche se mueve en las calles o incluso arcenes se llenan sin que pasen ni cinco minutos de espera. En el rural, la estampa es parecida. Váyase por donde se vaya, en los accesos a las playas solo se ven coches y un trasiego constante de personas con sombrillas y sillas de playa. Da igual donde se mire. Es la imagen que se repite en Areas, Paxariñas, Montalvo, Major o Canelas. Es un día de coches aparcados en las vías secundarias y junto a los maizales.
Silgar, la playa más emblemática y concurrida de la ría de Pontevedra, está llena de sombrillas de todos los colores, mientras los bañistas disfrutan de paseos por la orilla o se zambullen en el agua. El día fue mejorando según fueron transcurriendo las horas y los turistas bajaron al arenal en gran número, actividad que complementan con el paseo por el frente marítimo, concurrido como si se tratase de la AP-9 en hora punta, o con el terraceo, en los numerosos locales hosteleros del entorno.
En Portonovo, Baltar copia el mismo escenario. Desde primera hora de la mañana se dio comienzo a actividades deportivas infantiles y juveniles en el arenal y los turistas forman largas colas delante de las casetas de las navieras para asegurarse el billete que les llevará a la isla de Ons. De hecho, el enclave buenense ha colgado el cartel de completo para las personas que no hicieron reserva previa para este martes, miércoles y jueves.
Sanxenxo es el epicentro turístico, pero no es el único lugar que frecuentan los visitantes. Si es de los que le gustaría visitar Combarro, aproveche para aparcar en los arcenes de la PO-308, porque hay muchos visitantes a este monumento histórico artístico. El Camino Portugués también experimenta un pico de peregrinos, estos sí ya con un énfasis más religioso que sus homólogos playeros. La ciudad de Pontevedra, Bueu y la práctica totalidad de las playas de ambas orillas de la ría también son objeto del especial interés por parte de los visitantes, tanto de Galicia como de fuera, porque si una cosa llama la atención es que basta con intentar escuchar un poco en la calle o en una cafetería, y se oirán acentos de toda España y del norte de Portugal. ¡Feliz Día de Galicia!