Raúl López, presidente del Obradoiro: «Me ilusiona mucho el equipo y creo que la afición se va a divertir»

SANXENXO

Garrei

Confirma que el presupuesto será de cuatro millones de euros para este curso

08 ago 2023 . Actualizado a las 18:09 h.

Sanxenxo en el mes de agosto es el único enclave en el que se puede ver a Raúl López (Sarria, 1950) con bermudas, el gesto medianamente distendido y sin medir el tiempo al milímetro. Son concesiones a las vacaciones, pero no termina de despegarse del teléfono. Durante la entrevista suena varias veces. Encara un nuevo curso al frente del Monbus Obradoiro, con expectación e ilusión a partes iguales, con mucho trabajo de reestructuración en marcha y el sueño europeo en el horizonte más inmediato.

—Son ya trece años al frente del club. Los mismos que Moncho Fernández en el banquillo. Le traslado la misma pregunta. ¿Se nota el desgaste?

—Desgaste, cuando uno lleva mucho tiempo, siempre hay. La ilusión es otra cosa porque, si no, no estaría aquí. Para mí este es como un año nuevo, porque me ha tocado implicarme más y porque hay cambios en marcha.

—¿En esta última renovación Moncho Fernández estuvo en algún momento más fuera que dentro?

—Nosotros siempre pensamos en Moncho. Y podía haber una posibilidad de cambio.

—La pregunta iba más en cuanto a que esta vez, no sé si antes también o no, había voces partidarias del cambio.

—Insisto en que siempre pensamos en Moncho y estamos contentos de seguir juntos.

—¿Plantean el reto europeo como una palanca que estimule, que dibuje un nuevo desafío?

—Es algo que empezamos a ver hace un par de años, al comprobar que la afición parecía dar la permanencia como algo que se consigue siempre. Pensamos en que sería bueno tratar de poner en el horizonte un objetivo mayor. Creo que se notó ya este año. Hubo tres partidos de lleno, y hacía tiempo que no ocurría. No tuvimos suerte con las lesiones, pero creo que sí hubo esa ilusión por llegar a Europa. Y jugar esa competición abre puertas a la hora de confeccionar la plantilla.

—¿La fase previa es ahora el gran reto?

—La previa tiene un problema, es previa. Sabemos que es como la muerte súbita, que hay que ganar un partido para jugar el siguiente y que son precisas tres victorias para seguir en la competición. Son partidos dificilísimos, pero tenemos ese sueño, el de seguir en la BCL. Y tampoco olvidamos que, si se consigue, el primer objetivo del Obradoiro es siempre la permanencia. Si nos eliminan en esa previa, que es muy dura, seguiremos trabajando día y noche para continuar creciendo.

—En la presentación de Eduardo Pascual avanzó que el presupuesto crecerá.

—Así es.

—La renovación de Thomas Scrubb o el retorno de Artem Pustovyi así lo parecen indicar. ¿Es grande el salto?

—El presupuesto para esta temporada será de cuatro millones de euros.

—Pues ahí hay un nuevo reto, porque es un salto notable.

—Esa es la parte que nos toca a nosotros, la gestión.

—¿Le gusta el equipo?

—Me ilusiona mucho y creo que la gente se va a divertir en Sar. También es importante que nos acompañe la suerte. No hay más que ver el año pasado, con la lesión de Bender, o la de Paige, aunque ahí pudimos fichar a Robertson. Westermann y Walker también tuvieron problemas físicos.

«Pensamos que Europa puede ser un revulsivo»

 La estructura del Obradoiro ha perdido este verano a tres piezas que se responsabilizaban de cuatro áreas del club. Y solo ha cubierto uno de esos frentes. Raúl López habla más de evitar precipitaciones que de urgencias

—¿Cómo se encuentra el presidente en la antesala del curso?

—Como si estuviera ante una nueva puesta de largo. Quedan atrás muchos años con un director general en el que tenía plena confianza y en los que apenas entraba en la gestión porque la empresa me quitaba mucho tiempo. Las cosas se estaban haciendo bien y lo iba dejando. Cuando José Luis Mateo decide marcharse, traté de convencerlo para que siguiese. Ya me había pasado otro año y en este no fue posible lograr que continuase. Fichamos un director deportivo y he vuelto a estar más en el día a día de la gestión. Estamos en un proceso de cambio, después de una etapa en la que lo que se hacía se hacía bien.

—Entiendo que es un proceso en marcha. Había un director general con mando en plaza, tanto en la gestión como en la parcela deportiva. Se han ido también los responsables de márketing y prensa. Solo ha llegado un director deportivo. Y estuvo muy cerca el director general, pero no se concretó.

—Por lo que fuera, tuvimos que dar un retroceso, y pensamos que era preferible no precipitarse porque la espera es asumible para el club. Como pasa en todas las empresas, a veces hay cambios.

—Cabe suponer que la idea es cubrir todas las parcelas lo más pronto que tarde.

—Así es. Lo más urgente era el área deportiva. Seguimos dando pasos.

—Llevan doce años logrando la permanencia y cuadrando números. La macrogestión es buena. La microgestión, más relacionada con los pequeños detalles, no tanto, pese a haber avanzado y tener terreno por conquistar.

—Lo tenemos presente, pero lo urgente era confeccionar la plantilla. No podemos olvidar que este club pasó de cero a verse en la ACB sin tener estructura. No es fácil. Y también sabemos que para seguir creciendo no basta con captar recursos en Santiago y Galicia, sino que hay que sumar patrocinios de ámbito nacional. Sobre todo si queremos intentar algo más que la permanencia, y sin perder de vista que eso ya es muy difícil.

—El Obradoiro está ante una realidad perversa. La permanencia durante 12 años seguidos es casi un milagro en Santiago. Pero amenaza el riesgo de la rutina. Y sin más recursos económicos es difícil aspirar a más.

—Insisto en que somos un club que tuvo que crecer en tiempo récord. Los que estamos ahora llegamos en la LEB. Al principio se veía estar en ACB como algo grande. Ahora parece darse por hecho. Por eso pensamos que Europa puede ser un revulsivo.