El velero, de tres palos y pabellón de Malta, se botó en 1927 en Inglaterra
21 sep 2023 . Actualizado a las 10:04 h.Los 49,9 metros de eslora del Xarifa, una goleta con bandera de Malta y que hizo su entrada este miércoles en el puerto deportivo de Sanxenxo, atrajo todas las miradas de las personas que se encontraban en el recinto a primera hora de la tarde, ante su magnífico diseño. Sus grandes dimensiones son muy fuera de lo común en las radas recreativas pontevedresas y más aún en esta época del año, al remate de la temporada estival.
El Xarifa tiene una eslora que supera a la de los demás barcos con su puerto base habitual en Sanxenxo, y es, con diferencia, el velero más grande que ahora mismo surca la ría Aunque se encuentra atracado con su velamen recogido, sus palos sobresalen entre el bosque de mástiles del puerto deportivo sanxenxino. Además de disponer de casi 50 metros de eslora, el buque maltés tiene una manga de nueve metros.
Se trata de un barco que se botó en un astillero de la isla de Wight en 1927 para el disfrute de uno de los hijos del magnate de las máquinas de coser Singer. Desde entonces, ha pasado por varios propietarios. Entre los episodios de su dilatada carrera marítima, se encuentra, según fuentes del sector náutico, ser escenario de una película, El marinero de Gibraltar, en 1967. También fue el espacio elegido para muchos eventos sociales y entre las personas que disfrutaron de sus instalaciones estuvo, al parecer, un miembro de la familia real inglesa a mediados del siglo XX.
Los portales digitales especializados en náutica señalan que uno de sus anteriores dueños ganó un Pulitzer en 1943 con un documental grabado a bordo. Otro propietario fue un pionero de la divulgación y del estudio científico del medio marino, Hans Hass
Esta embarcación cumplió la misión de buque de recreo, embarcación pesquera, buque científico, escenario de películas y otras funciones más. En el 2014 fue objeto de una importante puesta a punto en el astillero Metal Polyships, en Moaña. Desde entonces ha regresado a Galicia y, de hecho, su escala actual en Sanxenxo se produce justo después de su estancia en la ría de Vigo, tras recalar en la ciudad olívica.