Fallece Álvaro Villamaña, alma máter de La Luna y la persona que llevó a Héroes del Silencio a Sanxenxo
SANXENXO
La conocida sala de fiestas pontevedresa cerró este domingo en señal de duelo
25 nov 2024 . Actualizado a las 11:04 h.El comunicado urgente a primera hora de la tarde de este domingo corrió como la pólvora causando consternación. El fallecimiento de uno de los socios de la discoteca La Luna, Álvaro Villamaña Méndez, determinaba el cierre de la reconocida sala de fiestas pontevedresa este domingo en señala de dolor y respeto.
De inmediato, se sucedieron las muestras de duelo por la muerte de un empresario que se había ganado el cariño de la sociedad.
Aunque hoy en día se le asociaba principalmente con esta discoteca, lo cierto es que la trayectoria de Villamaña Méndez fue, en cierto modo, visionaria en lo que al mundo del espectáculo se refiere. De hecho, la primera vez que los medios de comunicación tuvieron contacto con él fue como consecuencia de la organización del concierto de Héroes del Silencio en el estadio municipal de Baltar, en Portonovo (Sanxenxo), en 1991 cuando los zaragozanos estaban en lo más álgido de su carrera.
Aquel concierto, según recogían las crónicas de la época, estuvo marcado por las trabas y obstáculos que, según expuso por entonces, les puso el Concello de Sanxenxo. «Tras su peregrinar burocrático, Villamaña y sus socios pudieron sacar adelante el concierto gracias a la generosa ayuda del Ayuntamiento de Lalín, que les proporcionó la infraestructura necesaria para el montaje del escenario», señalaba Carla Nieto.
De igual modo, el nombre de Álvaro Villamaña estuvo vinculado a la época dorada de Representaciones Lito, una sociedad que cambió por completo la forma de entender la verbena en Galicia, una empresa que hizo de puente entre la tradición y la modernización de las orquestas y que tuvo como buques insignia a París de Noia y Panorama.
Con La Luna, Villamaña y sus socios lograron convertir esta sala de fiestas ubicada al paso de la N-550 por la parroquia de Cerponzóns en todo un espacio emblemático, ya no solo para la provincia de Pontevedra, sino toda Galicia, el norte de Portugal y algunas zonas de Asturias. De hecho, cada domingo cientos de personas acuden para disfrutar de la música en esta icónica discoteca.