
La derrota contra Japón desnuda las debilidades de la selección, obligada a mejorar su nivel competitivo para superar la eliminatoria contra Marruecos
03 dic 2022 . Actualizado a las 09:45 h.España empezó la fase eufórica, arrollando a Costa Rica, y la termina titubeante tras verse superada por Japón. A la selección de Luis Enrique le toca reflexionar de cara al partido de octavos (martes, 16.00 horas, La 1 y Gol Mundial) contra Marruecos, tras dejar en evidencia sus puntos flacos.
salida de balón
Una filosofía en la que Unai Simón sufre con los pies
España construye desde su portero, que no recurre al pelotazo ni al verse presionado por el rival. Son las directrices que recibe de Luis Enrique: «Todos los equipos que salimos jugando desde atrás corremos riesgos, pero ahí está la gracia. No vamos a cambiar». La fórmula compromete a Unai Simón. Ante Alemania, la presión alta provocó su error en dos ocasiones. Gnabry no estuvo certero en la primera y el propio Simón desbarató con el pie el remate de Kimmich en la segunda. Contra Japón, otras dos pérdidas letales. Maeda perdonó, pero Doan, tras valerse de un pelotazo de Unai a Balde, no.
fragilidad defensiva
Sin una zaga fija, la falta de contundencia le penaliza
La referencia del partido de Costa Rica no sirve, porque fue incapaz de ofrecer nada en ataque. Ante Alemania y Japón, la debilidad defensiva penalizó a España. Dos zagas distintas —en las que solo Rodri, reconvertido en central, repitió— que no ofrecieron garantías. España ya no solo sufre corriendo hacia atrás tras pérdida, tampoco es fiable en su área. En el gol de Tanaka, el desajuste y la falta de contundencia fue manifiesta.
cansancio
La sala de máquinas, con Gavi, Busquets y Pedri, dio síntomas de agotamiento
La única línea invariable para Luis Enrique durante toda la fase es aquella sobre la que pivota el juego de la selección y ante Japón dejó muestras de fatiga. España protagoniza la posesión —un 74% ante los nipones— y genera mayor desgaste que el rival. Busquets lo acusó y Pedri y Gavi, a un nivel excelso frente a Costa Rica, no alcanzaron su mejor nivel contra los asiáticos. El sevillano, visiblemente cansado, fue relevado en la segunda parte.
producción ofensiva
Dominio virtual, pero muy pocas ocasiones generadas
El protagonismo que asumió España contra los nipones no se tradujo en ocasiones generadas. Tiró cinco veces a puerta, por tres de Japón. No es la primera vez que le sucede. Cuando el rival es solvente en bloque bajo, a la selección le cuesta producir.
oportunidad del falso 9
Con Morata como referencia, obtuvo mejor rendimiento
El plan ofensivo de Luis Enrique maneja dos variantes: la de jugar con un falso 9 o situar a Morata como delantero. Álvaro ha marcado en los tres partidos. Desatascó el de Alemania y puso por delante a España contra Japón. El problema es que, con la convocatoria del seleccionador, no hay alternativas para jugar así.
gestión de la ventaja
Ante Alemania y Japón, no supo administrar su renta
España se puso por delante en los tres enfrentamientos de la fase, pero solo certificó la victoria en el primero. Cuando no cierra los partidos, acaba sufriendo. No es una selección que contemporice bien con el marcador a favor.