La estrella de Argentina, a sus 35 años, recorrió 8,247 kilómetros contra Croacia en semifinales, de los cuales casi cinco los hizo andando por el césped
14 dic 2022 . Actualizado a las 19:30 h.«Estoy disfrutando mucho todo. Me siento bien. Me siento fuerte para afrontar cada partido». Leo Messi está brillando en este Mundial. Recital tras recital ha llevado a la Albiceleste a la final del torneo. Lo ha hecho, incluso, caminando sobre el campo contra Croacia. Porque el astro argentino hizo casi cinco kilómetros andando. Más que ningún otro jugador. Y, durante todo el partido de semifinales, según las estadísticas de la FIFA, recorrió 8,247 kilómetros. De ellos, 98,1 metros fueron a más de 25 kilómetros por hora, y 33 al esprint. Observando el once titular argentino, tan solo hubo un jugador de campo que corriese menos distancia. Fue Leandro Paredes, con 7, 53 kilómetros.
Leo Messi cuajó 78 carreras y situó su pico de velocidad máxima en 28,9 kilómetros por hora. En el duelo contra el país de los Balcanes cinco compañeros dejaron un pico inferior: Otamendi, Exequiel, Correa, Dybala y Lisandro Martínez. Solo el futbolista del Benfica fue titular. La cifra del capitán de la selección de Argentina también se sitúa algo por debajo de la que consiguieron los centrales croatas, Gvardiol (33,1 km/h) y Dejan Lovren (31,3 km/h).
Dos ocasiones, un gol
El delantero del PSG sigue demostrando su efectividad. De las dos ocasiones que tuvo, anotó una. Fue desde el punto de penalti. Un tanto que sirvió para inaugurar el marcador en el estadio de Lusail. Su segunda oportunidad la detuvo Livakovic. La selección de Scaloni tuvo, en todo el partido, diez —siete fueron entre los tres palos—. Messi también concedió una asistencia a Julián Álvarez.
Durante el duelo ante Croacia, el de Rosario intentó 39 pases. De ellos, logró conectar 32 con sus compañeros. La dupla Messi-Nahuel Molina funcionó a la perfección. El defensor del Atlético de Madrid recibió siete pases del delantero. En total, firmó un porcentaje de acierto del 82 %.
De los cinco intentos de Leo Messi para rebasar al rival, lo logró en cuatro ocasiones, dejando un porcentaje del 80 %. Fue uno de los argentinos que juegan en posiciones ofensivas que más lo consiguió.
Leo también se lució en el verde. De los siete regates que hizo, cuatro se solventaron exitosamente. Además, actuó en 31 presiones hacia los croatas: cuatro de forma directa y 27 de manera indirecta. Según los datos ofrecidos por la FIFA, recuperó un total de cuatro balones. Tres de ellos fueron en campo contrario. Asimismo, no fue capaz de ganar ninguna de sus entradas a los rivales (3).
El argentino, con el cartel de estrella, colaboró. Se desmarcó y se ofreció para recibir un pase 37 veces. Le llegaron 18. Le superaron únicamente Enzo Fernández (44) y Alexis Mac Allister (51), que se ofrecieron más que el jugador del París Saint-Germain.
Fin de una era
Lionel Messi tiene clara su labor en el césped. No es un futbolista que esté hecho para defender. Ya lo dijo Louis van Gaal. «Por supuesto que es el jugador más peligroso y creativo de Argentina. Pero no participa mucho en le juego cuando el adversario tiene la posesión». El preparador holandés creyó haber encontrado en ese defecto la oportunidad. Pero Messi sigue dejando huella. Corriendo por el césped o andando por él. Con velocidad o sin ella.
«Estoy orgulloso de poder terminar mi viaje jugando la final. Es emocionante lo que estoy viviendo. El domingo será mi último partido en un Mundial». Una era llega a su fin. Y el líder indiscutible de la Albiceleste lo ha hecho sacando el máximo provecho a su única imperfección en el fútbol, la edad.