Francia es una selección que ha ido claramente a más, con muchísimos recursos, tanto individuales como colectivos. Tiene compensadas todas las líneas y funciona como un bloque. Combina, sabe manejar la posesión del balón y cuenta con un gran desequilibrio, con futbolistas como Griezmann pero especialmente con lo que le pueden aportar Dembélé y Mbappé. Llega a la final en su mejor momento, físicamente muy fuertes, mentalmente centrados y con chispa. Han entendido perfectamente cada uno el rol que tiene y eso lo convierte en un equipo fortísimo. Para mí es claramente favorita en la final.
Además de la propia final, cada uno quiere demostrar su cuenta pendiente. Mbappé quiere dejar claro que ya es el sucesor de Messi como mejor jugador del mundo y redondear su Mundial. Leo no quiere marcharse, sabiendo además que es el último, sin ganarlo. Hay muchas cosas que entran en juego más allá del trofeo que te proclama como campeón.
Una de las claves para Francia en la final será precisamente esa. Que cada uno trabaje desde la humildad en favor del colectivo, tanto para exhibir fortaleza defensiva como para generar en ataque. Sin florituras, con mono de trabajo. La otra es anular a Messi. Argentina no tiene tantos recursos para doblegar a Francia, pero tiene a un jugador capaz de desequilibrar y debe tenerlo muy en cuenta. Si lo reduce, va a minimizar mucho a su rival. Si cuida esos dos aspectos, Francia es todavía más favorita.
Argentina en cambio tiene que estar pendiente de muchas cosas: de las bandas, las llegadas, la posesión, la fortaleza física en las disputas... Tiene que hacer mucho trabajo y, además, un trabajo perfecto. Francia, si maneja solo esas claves, ahora mismo no tiene rival.