Una hora de insultante superioridad argentina

Rubén de la Barrera

QATAR 2022

MOLLY DARLINGTON | REUTERS

18 dic 2022 . Actualizado a las 21:48 h.

Francia, a priori, presentaba un claro favoritismo y, sin embargo, el partido simplemente reflejó lo que es este deporte. Me cuesta recordar una final en la que un equipo se impusiese de la manera en la que lo hizo Argentina este domingo. Ha sido la mejor actuación de la Albiceleste en el Mundial, con mucha diferencia.

Esa superioridad se vio truncada por el primer gol de Francia y todo lo que genera un tanto. Las emociones son difíciles de gestionar. El convencimiento de un equipo que se cree capaz de darle la vuelta al marcador. Una sensación que se unió a la de Argentina, y su miedo a perder lo que creían que habían ganado. Francia tuvo incluso opciones de evitar la prórroga.

Hemos presenciado la mejor final que recuerdo, con goles y muchas emociones. El fútbol es esto, puedes hacer muchas cosas positivas que decanten la balanza, pero el componente emocional lo condiciona todo. Si Francia se hubiese proclamado campeona del mundo, la hora de partido en la que Argentina fue insultantemente superior habría quedado en nada.

Centrar la atención en Messi no es justo, ya que hablamos de un deporte colectivo. Pero es todavía más injusto buscarle tres pies al gato para emitir una opinión fundamentada en una bufanda. Leo Messi es el mejor jugador de la historia a bastante distancia del segundo. No solamente por los galardones obtenidos a nivel colectivo o individual, sino por la frecuencia que ha tenido en su rendimiento.

Me sorprendió Scaloni para bien. Generó superioridad por dentro y acostó a Messi en el espacio entre Rabiot y Theo. El rosarino se hinchó a recibir balones en la primera mitad. También destaco la ubicación de Di María, que jugó a pie natural. Así, permitió a Messi, que es zurdo, tener la opción en profundidad de Julián Álvarez. A lo ancho, también pudo encontrar al Fideo.

Ahora que ha ganado Argentina habrá que descubrir cuál será la tendencia a nivel táctico. Para mí, siempre será la misma: disponer de buenos futbolistas, un plan claro, alternativas y jugadores que a nivel emocional aprovechen los momentos ventajosos.