Cristiano Ronaldo, la cruz del Mundial de Catar

QATAR 2022

CARL RECINE | REUTERS

Menospreció al seleccionador, terminó como suplente y, tras perder su aura de intocable, representa el mayor fracaso

20 dic 2022 . Actualizado a las 09:19 h.

De indiscutible y estandarte a suplente. Relegado. Y acusado. La última Copa del Mundo de Cristiano Ronaldo ha dejado mucho que desear. Lo extradeportivo cobró más importancia que su actuación en el campo. Ya no es el jugador indiscutible e intocable de antaño. Así lo hizo saber Fernando Santos, quien se atrevió a dejarle en el banquillo una vez que su combinado superó la fase de grupos. Ante Suiza en octavos y contra Marruecos en cuartos, el Bicho vio parte de los duelos sentado.

Durante todo el Mundial, en el que solo fue capaz de anotar un gol (ante Ghana en el primer partido), Cristiano fue el foco. En un primer momento lo fue por sus críticas y su salida del Manchester United. «Me sentí traicionado y siento que hay gente que no quiere que esté aquí», comentó. Uno de los muchos reproches hacia los Red Devils. El club decidió indicarle dónde estaba la puerta de salida.

El siguiente enfrentamiento fue con el ya exseleccionador de Portugal. A Santos no le sentó nada bien un gesto del delantero al retirarle del campo ante Corea del Sur. Ese fue el principio del fin. El preparador tomó la decisión de sentarle en el banquillo lo que restaba de torneo. Antes de octavos ambos se reunieron para limar sus asperezas. Pero el matrimonio terminó en divorcio. «Le dije que no iba a ser titular y me contestó si me parecía una buena idea. Él no estaba feliz con la conversación», afirmó Santos. Los partidos de Portugal quedaron en un segundo plano. Incluso se especuló con el abandono del astro de la concentración. Algo que, finalmente, no se produjo.

«Es nuestra bandera portuguesa. Llega a todos los lados del mundo», expresó Pepe. Pero el mito ya ha caído. Su importancia en este campeonato ha sido nula. Sus lágrimas tras la eliminación de Marruecos humanizaron a una leyenda presuntuosa. «Ganar un Mundial con Portugal era el mayor sueño de mi carrera, pero se acabó», escribió en redes. Cristiano Ronaldo nunca será campeón del mundo. Ni tampoco alcanzará a Eusébio como el máximo goleador histórico de Portugal en este torneo. Su aventura mundialística termina en fracaso. Y con altas dosis de frustración.

El pobre nivel de Bélgica y Alemania, y el drama de Brasil y España

Había muchas esperanzas puestas en ciertas selecciones. Unas se fueron a casa antes de tiempo y otras no dieron la talla. Bélgica, Uruguay y Alemania fueron algunas de ellas. Ninguna superó la fase de grupos. Los de Roberto Martínez, que venían de ser terceros en Rusia, pagaron muy caro su final de ciclo. Dentro del vestuario aparecieron brechas con motivo de unas declaraciones de De Bruyne sobre la edad de los jugadores.

Brasil, que llegaba al torneo como la gran favorita, vio cómo la subcampeona le dejaba fuera en los penaltis. Neymar, su gran estrella, terminó sin premio su tercer Mundial. España, superada por Marruecos en una tanda desastrosa, se despidió en octavos.