El algoritmo que define tu sueldo

RED

Un empleado trabaja con embalajes en las instalaciones de Duralex en La Chapelle-Saint-Mesmin, Francia.
Un empleado trabaja con embalajes en las instalaciones de Duralex en La Chapelle-Saint-Mesmin, Francia. TERESA SUAREZ | EFE

Una consultora lanza un proyecto piloto para fijar los salarios de ocho compañías mediante inteligencia artificial

25 nov 2022 . Actualizado a las 16:36 h.

La inteligencia artificial (IA) se ha convertido casi en un eslogan. Pero bajo ese nombre hay un trabajo que exige enseñar a las máquinas a pensar y a resolver problemas, en base a enormes cantidades de datos que han tenido que aprender previamente. Su repercusión va desde las respuestas que ofrece Siri, el asistente personal de los teléfonos móviles de Apple, a aplicaciones para la telemedicina o hasta un algoritmo que decide los sueldos de una empresa. Es el caso de la consultora Ceinsa que ha impulsado este año un proyecto piloto para fijar los salarios de ocho compañías mediante inteligencia artificial. Desde 1994 lleva esta firma catalana, pionera en el asunto, asesorando las políticas salariales de cientos de empresas. Un trabajo que habitualmente desarrolla un equipo de consultores y que ahora puede estar en manos de un algoritmo.

«No es algo habitual», admite Josep Capell, CEO de la compañía, sobre la posibilidad de utilizar bases de datos para fijar salarios. Aún así, el directivo va más allá: «En una economía crecientemente digitalizada será esencial para las empresas contar con herramientas como estas». Un estudio elaborado por la tecnológica estadounidense IBM asegura que más de la mitad de los directores ejecutivos (66 %) cree que la inteligencia artificial transformará la forma en la que se aborda el ámbito de los recursos humanos. 

¿Puede una máquina decidir cuál es el salario justo? ContribuIA es el nombre de este algoritmo alimentado con una gigantesca base de datos creada durante los 30 años de historia de la compañía a base de las retribuciones de empresas colaboradoras. La inteligencia artificial describe cada puesto y hace una valoración salarial del mismo. Para conseguirlo solo necesita que el cliente le cuente, de viva voz, las características del trabajo y las funciones que tendrá el trabajador. Del mecanismo pueden surgir dudas, en cuanto a su precisión. ¿Propondrá el mismo sueldo para un empleado de una empresa coruñesa y de otra afincada en Barcelona? No, «la amplia muestra de empresas colaboradoras en cuanto a sectores de actividad, facturación o zona geográfica», enumera Capell, hace que la propuesta salarial del algoritmo tenga en cuenta todas estas variables.

Uno de los objetivos del proyecto piloto es que la idea se haga extensiva a cualquier empresa, sean cuales sean sus ingresos o su número de empleados. «El punto de mira es llegar a cualquier compañía, especialmente a las medianas y pequeñas que, hasta ahora, quizás no podían permitirse una consultoría de compensación», argumenta Capell. Una especie de democratización de este tipo de servicios.

Confianza en la máquina

Los algoritmos se instauraron hace tiempo en el ámbito empresarial. Las compañías utilizan mecanismos informáticos para realizar previsiones y adoptar decisiones. Algunas ya utilizan la inteligencia artificial para gestionar la selección de personal, organizar turnos e incluso posibles ajustes de plantilla. El propio Ministerio de Trabajo puso sobre la mesa que la negociación de estos algoritmos entre empresas y empleados fuese un punto de debate en la elaboración de un nuevo Estatuto de los Trabajadores. «El tiempo de los algoritmos, robots e inteligencia artificial reclama nuevas e imaginativas soluciones», dijo entonces la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

Según una  encuesta de Oracle y Future Workplace elaborada hace un par de años, el 64% de los trabajadores confía más en la inteligencia artificial que en su jefe humano. «No teman incluir la IA en sus trabajos», reclamaba por aquel entonces la directiva de la compañía Emily He. Su uso se extiende ahora a muchos ámbitos. El diario estadounidense The Wall Street Journal explicaba en un artículo cómo la liga de fútbol americano trabajaba con una compañía de análisis de datos para pode determinar cuánto debían pagarle a sus jugadores y de qué debía depender ese salario.