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La adicción al ordenador ya es una de las principales causas de divorcio

OCIO@

Siro

La falta de comunicación empuja a muchos cónyuges a engancharse a los chat o a videojuegos.

02 may 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Internet o los videojuegos tienen mucho que ver en las discusiones, infidelidades, flirteos y demás arrechuchos de la vida conyugal de nuestros días. Cada vez son más los casados y las casadas que dimiten de sus deberes filiales y maritales por culpa de los chat, de las consolas o de cualquier otro aparato tecnológico. Lo constatan los mediadores familiares, que de unos años para aquí se vienen encontrando con un aumento de hombres y mujeres que ponen a su pareja como hoja de perejil por el «dichoso» Internet o la «maldita» PlayStation, adicciones que pueden acabar agriando el carácter de los cónyuges hasta que la relación se envenena. La psicóloga Oralice Silva, de la clínica Gapsi, de Vilagarcía, destripa el problema. La experta, que se ha encontrado con varias parejas rotas por estos motivos, no tiene la más mínima duda de que cuando un hombre se la pega a su pareja para irse con otra que conoció en un chat, por ejemplo, «es que algo falló antes, es que hay un vacío en la pareja, una falta de comunicación que provoca un distanciamiento». Y cuando esto sucede, «una de las partes busca en cualquier lugar», ya puede ser en Internet, videoconsolas o incluso en la televisión, «una compañía que no le da el matrimonio. Primero viene el aislamiento y después aparece la adicción». El abogado coruñés Marcos Pascual opina lo mismo y añade que «la falta de comunicación o el aburrimiento empujan a explorar nuevos horizontes al margen de la pareja». Según el psicólogo y especialista en terapia familiar Luis Garrido del Valle, también los hay que pasan noches enteras jugando con el ordenador «para evadirse de un problema, ya sea económico, laboral o marital». No es que quieran cambiar de mujer o de hombre, «es que simplemente quieren aislarse, estar solos y, sobre todo, no pensar. Eso, casi siempre, termina en ruptura».