La capitalización en la bolsa del inventor del iPhone alcanza los 227.970 millones de dólares, muy por encima de la creadora de Windows.
27 may 2010 . Actualizado a las 00:06 h.La eterna rivalidad entre Apple y Microsoft alcanzó este miércoles un nuevo hito, ya que la firma californiana, fabricante de los ordenadores Macintosh y los teléfonos iPhone, superó en capitalización bursátil a la creadora de los omnipresentes Windows y Explorer.
Pasada la media sesión en el mercado electrónico Nasdaq, donde cotizan ambas compañías, el valor bursátil de Apple alcanzaba hoy los 227.970 millones de dólares, después de una progresiva subida desde que empezó a cotizar que se ha visto interrumpida en contadas ocasiones, entre ellas la crisis de 2008.
A la misma hora, la capitalización bursátil de Microsoft rondaba los 226.550 millones de dólares, después de haber sufrido una progresión inversa la de Apple, con una caída ligera caída desde el año 2000 llena de altibajos.
La capitalización bursátil de una compañía es el valor que ésta tiene en la bolsa (la cotización de cada acción multiplicada por el número total de acciones) y, por tanto, refleja en cuánto valora el mercado a esa compañía, con independencia del patrimonio real que tenga.
Nacida en 1976, Apple siempre había sido vista como la empresa marginal que fabricaba ordenadores para un sector muy concreto de la población, los Macintosh, que además eran más caros que los ordenadores personales (PC).
Sin embargo, con la revolución que supuso en el mercado el lanzamiento de dispositivos móviles como el iPod, el iTouch y el iPhone, Apple dio un salto de gigante que ahora pretende alargar aún más con su exitoso ordenador plano iPad.
Tan sólo un año antes, en 1975, se creó Microsoft, pero la introducción de su sistema operativo Windows y su paquete de programas Office en prácticamente todos los ordenadores del mundo hizo que la competencia entre ambas firmas fuera desde un principio una cuestión anecdótica.
Microsoft fue claramente la hermana triunfadora en los años de la infancia, pero ahora que ambas empresas son unas treintañeras la situación se ha igualado hasta el punto de que la valoración que les merecen a los inversores es ya la misma.
Muchos analistas no podrían haber predicho hace unos años que algo así ocurriría e incluso el propio Michael Dell, fundador del fabricante de la que durante muchos años fue la mayor empresa de ordenadores del mundo, dijo en 1997 que lo mejor que podía hacer Apple era cerrar y devolver el dinero a sus accionistas.
Hoy en día Dell ni siquiera vale una décima parte del valor bursátil de la conocida empresa con el logotipo de la manzana mordida.
Hasta tal punto la competencia estaba tan descompensada en los años noventa que Bill Gates, el fundador de Microsoft y por entonces ya el hombre más rico del mundo, invirtió 150 millones de dólares en Apple y se comprometió a no vender en tres años, para contribuir así a su recuperación.
Ese mismo año se decidió el regreso a la compañía como consejero delegado de Steve Jobs, el informático que creó Apple en el garaje de su casa con un amigo y que doce años antes había sido expulsado de la empresa por el consejo de administración.
A partir de la inversión de Gates, ambas firmas incluso colaboraron para que Microsoft, ya entonces líder mundial del software para ordenadores fabricara una versión especial de su popular programa Office destinada al sistema operativo de Macintosh, por entonces el producto estrella y principal seña de identidad de Apple.
A cambio, Apple adaptó sus ordenadores para que el navegador Microsoft Explorer fuera más fácil de utilizar en los Macintosh para acceder a internet.
Muchos incondicionales de Macintosh abuchearon a Jobs cuando anunció ese acuerdo en la feria «Macworld» de Apple en Boston (Massachusetts), pero los inversores la aplaudieron al considerarla una tabla de salvación ineludible para Apple e hicieron que ese mismo día sus acciones subieran hasta un 33%.
Hoy en día los Mac no son ni siquiera uno de cada diez ordenadores vendidos en el mundo, pero Apple ha diversificado su cartera de productos, apostando siempre por el diseño, y por ejemplo su tienda virtual iTunes es la mayor del mundo para adquirir productos de música.
Mientras, Microsoft se ha tenido que enfrentar a innumerables problemas relacionados con su posición dominante en el mercado del software y a una tremenda piratería de sus programas, al tiempo que los analistas dudan sobre su capacidad para reducir su dependencia de Office y Windows y encontrar un nuevo mercado donde despuntar con fuerza y ganar impulso.