Vodafone, Telefónica, Telecom Italia y Deutsche Telekom pretenden denunciar ante la UE la falta de competencia en las tiendas de aplicaciones en línea.
14 feb 2011 . Actualizado a las 12:21 h.El grupo que reúne a cinco grandes (G5) del sector de los operadores en Europa aprovecha hoy la apertura del congreso de móviles de Barcelona para hacer valer la idea de que los nuevos líderes de internet como Google o YouTube tienen que ayudar a financiar las redes de telefonía de las que se benefician.
El director general de Orange, Stéphane Richard, explicó en una entrevista publicada hoy por «Le Figaro» que hay programada una reunión en Barcelona con responsables de Vodafone, Telefónica, Telecom Italia y Deutsche Telekom con la que se pretende también denunciar ante la Comisión Europea falta de competencia en las tiendas de aplicaciones en línea. En este sentido, Richard señaló como ejemplo que la tienda de Apple se resiste a comercializar aplicaciones que desarrolla Orange.
«En Bruselas la competencia en las telecomunicaciones se ha visto siempre bajo el ángulo de las infraestructuras y de las redes. Pero ahora hay otra realidad: la llegada de nuevos actores como Google o Apple», argumentó.
El principal mensaje del G5 es que el tráfico en las redes de móviles debe multiplicarse por 18 de aquí a cuatro años, con la amenaza de saturación que eso implica, y por eso los grupos que generan la explosión de la demanda de banda deben compartir la factura de las inversiones en infraestructuras. Según Richard, el sistema que ha funcionado hasta ahora no vale porque «los flujos están totalmente desequilibrados desde hace dos años por la explosión del vídeo. Algunos actores que están en el origen de la explosión del tráfico deben aceptar contribuir a las inversiones necesarias».
Los cinco grandes también tienen intención de anunciar una mayor coordinación de los móviles para el desarrollo de las operaciones sin contacto que utilizan la tecnología NFC. Para el director general de Orange, que confía en tener 500.000 clientes del NFC en Francia de aquí a fin de año, esos dispositivos van a aportar nuevos servicios de forma que los usuarios podrán utilizar su móvil como tarjeta de pago, para comprar billetes, como acreditación para entrar en centros de acceso restringido o como tarjeta de transporte.