La agresiva política de precios puede jugarle una mala pasada a Google. La compañía del buscador encarga cada uno de sus dispositivos a un fabricante distinto
26 nov 2012 . Actualizado a las 12:46 h.¿Fallo de cálculo o estrategia de márketing? El pasado día 13 se puso a la venta el nuevo smartphone de Google, Nexus 4, y los pedidos a través de su web duraron cinco minutos, justo lo que tardó la compañía del buscador en poner el cartel de «agotado». El agresivo precio de salida del terminal -299 euros, casi la mitad de lo que cuestan otros móviles de última generación- despertó una expectación sin precedentes. A día de hoy no se puede comprar por Internet en ningún país; sí a través de operadoras de telefonía, pero el precio fijado por LG para este canal de venta es el doble, 599 euros.
Hace casi tres años, en enero del 2010, Google lanzó su primer teléfono propio, el Nexus One, cuya fabricación encargó a HTC. Entonces, Android estaba todavía despegando y la acogida del terminal fue más bien tibia. La actual familia Nexus está compuesta por tres dispositivos, cada uno de ellos producido por una compañía distinta: LG fabrica el Nexus 4, Asus la tableta Nexus 7 y Samsung la Nexus 10.
El precio en la web de Google es el principal reclamo de Nexus 4, pero no el único. Lo primero que llama la atención al cogerlo en la mano es su impecable factura. No llega al nivel de minimalismo de un iPhone 5, pero su diseño es intachable. La enorme pantalla IPS de 4,7 pulgadas (con una resolución de 320 puntos por pulgada) está enrasada en un finísimo marco plateado que desaparece en los laterales para volver a hacerse visible en la partes inferior y superior, donde se integran de forma elegante el auricular, la cámara frontal y diversos sensores.
La parte trasera de cristal y los bordes de goma completan un conjunto de gran calidad. El teléfono se sujeta muy bien, pese a su tamaño, y se siente sólido. Tiene un grosor de 9,1 milímetros y pesa 139 gramos.
Nexus 4 comparte los puntos fuertes de los dispositivos propietarios de Google, como las actualizaciones automáticas del sistema operativo, que se producen en cuanto están disponibles (y no cuando el fabricante o el operador de telefonía lo deciden); el acceso a la tienda Google Play, con 675.000 aplicaciones y juegos, y servicios bandera de la compañía como Maps o Google Now.
Carga inalámbrica
El móvil incorpora dos novedades interesantes. Una de software, que permite configurar accesos directos a aplicaciones en la pantalla de bloqueo -por ejemplo, se puede revisar la bandeja de entrada de Gmail sin necesidad de desbloquear el aparato-; y otra de hardware, la carga inalámbrica por inducción. Esta última precisa de un accesorio denominado Orb (se compra por separado), una semiesfera que recuerda a la que hacía la misma función en el antiguo Palm Pre. Basta depositar el Nexus sobre ella (se unen de forma magnética) para que se cargue, sin necesidad de cables.
La lista de equipamiento es interminable: GPS, barómetro, brújula, soporte para pagos NFC y se acaba de descubrir que esconde un chip LTE en su interior, aunque no está activado. La cámara trasera, de 8 megapíxeles, puede hacer fotos panorámicas de 360 grados gracias a la función Photo Sphere. Quizá el único punto flaco del Nexus 4 sea el almacenamiento, 8 o 16 GB. En cualquier caso, ambas versiones están agotadas.