«Flying Cyrus», que no es una estrategia de marketing del entorno de la cantante, causa furor entre los clones y los fans del ya desaparecido juego para smartphones
20 feb 2014 . Actualizado a las 22:21 h.La muerte de Flappy Bird ha despertado, sin duda, el ingenio de los creadores de juegos para smartphones. Tras ser eliminado de las tiendas de Apple y Google por deseo de su propio creador, el ansia por ocupar el lugar de la ya fallecida aplicación ha generado múltiples usurpadores de identidad que han cambiado el pájaro por otros animales pero sin perder la identidad del éxito del juego.
Aunque Apple y Google están empezando a rechazar en sus tiendas de aplicaciones juegos que contengan la palabra «Flappy» en el título, tras la masiva aparición de clones del exitoso juego tras la decisión de retirada de su creador Nguyen Ha Dong debido a que no era capaz de soportar el abrumador triunfo de su invento, las mentes de los desarrolladores han encontrado la clave para pasar por alto los controles de ambas tiendas. La idea de Flappy Bird permanece pero cambian el nombre.
Dragones, abejas, unicornios y gran parte del mundo animal han pasado a convertirse en seres voladores a los que hay que golpear con un dedo para evitar que se vaya al suelo o se tropiece con una tubería como en el original o con algún tipo de sucedáneo que se aleje de las paredes verticales verdes de Mario Bross. El éxito y la fiebre es tal que hasta Miley Cyrus ha ocupado su lugar en el universo de Flappy Bird.
Con la polémica cantante, lengua fuera incluida, como protagonista, el juego en cuestión, Flying Cyrus, está causando autentico furor en la App Store. Según recoge The Guardian, el juego ha conseguido 644.000 descargas en su solo día a principios de esta semana y ya ha superado los tres millones en la tienda de la marca californiana. En Google Play aún no ha llegado el contagio de la nueva fiebre por Miley Cyrus, y el juego solo ha sido descargado en menos de 5.000 ocasiones.
El desarrollador de Flying Cyrus explica que «la idea original vino de un buen amigo mío: diseñar una caricatura de Miley Cyrus con los muros de hormigón, los martillos y la bola del video Wrecking Ball». Sin invertir un euro en marketing, o eso asegura su creador en una entrevista al sitio israelí Geektime y recogida por The Guardian, el trabajo para ser un bombazo estaba hecho: mezclar el juego de éxito con la cantante más polémica en la actualidad.
El único pero que se podría poner a Flying Cyrus es que el juego no tiene acuerdo ni licencia para usar la imagen de la exniña Disney. Este detalle podría llevar a su creador a tener un problema legal con Miley Cyrus ya que no cuenta, por ahora, con el visto bueno del merchandising de la cantante.
El tiempo dirá si Flying Cyrus sigue el ejemplo del original y muere de éxito, o si consigue consolidarse con o sin problemas legales por el camino.