La Policía Nacional anunció ayer que ha desarticulado un grupo organizado por estafar más de 50 millones de euros a unas 50.000 personas de todo el mundo -al menos seis mil de ellas residentes en España- con inversiones abonadas en una supuesta moneda virtual. Las víctimas eran captadas a través de actos publicitarios como eventos en hoteles de lujo con todo tipo de gastos pagados, vídeos promocionales y charlas formativas y se les ofrecía un rápido ingreso extra insertando anuncios de la compañía en la red. O sea, un timo piramidal en toda regla, con la particularidad de que los supuestos beneficios se obtenían en una especie de bitcoin. Precisamente, el bitcoin ha caído esta semana en el mercado de divisas más de un 10 % contra el euro y el dólar, acabando así con el sueño de que Grecia podría convertirse en el primer país en adoptar oficialmente esta moneda para superar sus graves problemas de financiación. Las divisas virtuales tienen un problema: no se llevan bien con los problemas de los países y de la gente real.