Tras el fracaso de Windows 8, Microsoft pretende una mayor homogeneización y un impulso urgente de la mano de Windows 10
27 jul 2015 . Actualizado a las 16:39 h.El listón de Windows 10 está muy alto. Tras el fracaso del sistema operativo anterior, Windows 8, Microsoft decidió saltarse simbólicamente el 9 para comenzar un nuevo ciclo con un número redondo y con un ambicioso objetivo. El director ejecutivo de la compañía, Satya Nadella, quiere que el nuevo Windows 10 funcione en 1.000 millones de ordenadores en los próximos de dos a tres años en todas las plataformas, desde los smartphones a servidores mayores pasando por los tradicionales ordenadores personales.
Hasta ahora, según Microsoft, unos 1.500 millones de ordenadores en todo el mundo operan con todas las versiones de Windows. Pero el próximo miércoles 29 de julio, con el lanzamiento del nuevo sistema operativo, Windows busca una mayor homogeneización.
En el sector de teléfonos móviles Microsoft necesita un nuevo impulso de forma urgente, después de que la cara compra de la filial de teléfonos móviles de Nokia le costara a la empresa sus hasta ahora mayores pérdidas trimestrales por 3.200 millones de dólares.
Microsoft lleva meses poniendo las bases para conseguir una rápida difusión de su Windows 10. Durante un año, la actualización del nuevo sistema estará a disposición de los usuarios privados de forma gratuita. Y todo parece indicar que el interés por el nuevo sistema está a la altura: «Desde hace alrededor de nueve meses está en marcha nuestro programa Insider, en el que participan cinco millones de usuarios», contó a Dpa el mánager de la firma Oliver Gürtler.
Con Windows 10, Microsoft pretende crear una base homogénea en el mercado. «Hasta ahora siempre hemos tenido una fragmentación», explica Gürtler. Versiones tan distintas como XP, Windows 7 o Windows Vista e incluso Windows 8 están operativas de forma simultánea.
Después de 13 años, XP aún no ha desaparecido de todos los ordenadores, pese a que los problemas abiertos de seguridad no fueron nunca resueltos. Muchos usuarios se retrasaron también con el cambio a Windows 8. La versión actual 8.1 sólo se había actualizado en abril en el 11 por ciento de los ordenadores con Microsoft en todo el mundo, según la firma de análisis Net Application.
Windows 10 se ofrecerá en cuatro versiones: Home, Pro, Enterprise y Education. Los usuarios de la Home recibirán en el futuro actualizaciones automáticas que no requerirán esfuerzo, mientras que en las otras versiones las actualizaciones podrían retrasarse en parte.
Microsoft quiere conceder flexibilidad sobre todo para las empresas clientes, a las que les permitirá decidir cuándo y en qué computadoras actualizar el software. Además, podrán definir circunstancias empresariales críticas en las que podrán llevar a cabo las actualizaciones por sí mismas, dijo Gürtler.
En esta ocasión, por parte de las empresas que tradicionalmente se cambian a los nuevos sistemas con algo de retraso, existe sin embargo un gran interés en Windows 10, asegura el mánager. El 40 por ciento de los clientes pretende pasarse a Windows 10 en los primeros 12 meses de vida del sistema y el 23 por ciento lo hará en dos años.
El gran reto de Windows 10
Windows 10 tiene, sin embargo, un gran reto ante sí, pues debe asentarse en un mercado que cae dramáticamente, el de las PC. Según la firma de análisis IDC, las ventas cayeron un 11,8 por ciento en el último trimestre. Y sigue abierta la pregunta de si el sistema tiene potencial para volver a dar al mercado el fuerte impulso que necesita. Windows 8 no lo logró.
El analista Ranjit Atwal, de la firma investigadora de mercado informático Gartner, no espera tampoco un empujón significativo al negocio de los PC y considera que el nuevo sistema operativo ayudará simplemente a estabilizar las ventas. En el segundo trimestre, que acaba de terminar, las ventas de ordenadores personales cayeron casi un diez por ciento. «Windows 8 fracasó totalmente», asegura el experto.
También otros fabricantes de hardware se vieron decepcionados hace unos tres años, cuando los nuevos sistemas sacados al mercado no lograron impulsar la demanda de ordenadores. Además, el nuevo diseño de mosaico que optimiza su funcionamiento mediante un aparato de control táctil ahuyentó a muchos usuarios antiguos.
Con Windows 10, Microsoft quiere ahora pasar a la ofensiva para ganar usuarios. El menú Start que tantos usuarios echaban de menos con Windows 8 volverá en la nueva versión, aunque con nuevas funciones. Y podrá dirigirse también con un ordenador sin pantalla táctil. La «asistenta» de voz digital Cortana podrá cumplir nuevas funciones, por ejemplo en la búsqueda de la agenda o de la administración del trabajo.
Windows 10 se lanzará también con un navegador revisado. «Edge» sustituirá a Internet Explorer, aunque éste seguirá existiendo aún algún tiempo. «Edge» permite, por ejemplo, hacer anotaciones propias en algunas webs o ponerlas a disposición de otros usuarios. Además, las webs que se quieran leer más tarde podrán guardarse en una lista.
Pero para alcanzar sus ambiciosos objetivos con Windows 10, Microsoft tendrá que apostar con fuerza por nuevos aparatos como tablets o smartphones, en los que pese a muchos esfuerzos el sistema no está muy difundido. Para poder competir con las ofertas de aplicaciones de Android y del iOS de Apple, Microsoft ha abierto su sistema y ha puesto a disposición de los desarrolladores soluciones con las que sus aplicaciones pueden transferirse sin gran esfuerzo.
Windows 10 estará disponible para ordenadores personales, tablets y su Surface Hub con su pantalla de 84 pulgadas. Para Windows Phone, el sistema estará listo el próximo otoño, y para la videoconsola Xbox One seguirá a finales de año.