El 97 % utilizan al menos una red social y la mitad de ellos están registrados en hasta cuatro diferentes
08 feb 2018 . Actualizado a las 21:02 h.El 80 % de los niños gallegos de 12 años o incluso menos dispone de un teléfono móvil propio con conexión a Internet. El 97% de ellos está registrado en, como mínimo, una red social. Son más de la mitad (el 51 %) los que están en hasta cuatro distintas. Son datos expuestos por el doctor en Psicología Social y profesor en la Universidade de Santiago de Compostela (USC), Antonio Rial, en las jornadas Los niños y niñas de la brecha digital, organizadas por Unicef y celebradas este jueves en la Facultad de Educación de la capital gallega.
Este evento ha puesto el foco, según ha explicado la responsable de incidencia política y estudios de Unicef España, Cristina Junquera, en el consumo de Internet y de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) como un «riesgo», pero también como un «derecho» y «oportunidade» para la educación de los niños.
Rial, por su parte, advirtió a los padres contra la «miopía digital» ante la utilización de dispositivos por parte de sus hijos. Subrayó que su uso se ha convertido en el «principal motivo de conflicto» en los hogares y las aulas, y en «uno de los grandes retos» de una nueva generación de jóvenes. El psicólogo destacó la necesidad de los padres de afrontar ese desafío de «educar a sus hijos implicad en ese nuevo contexto» que «genera cambios y multiplica riesgos».
El experto de la USC señaló que ante esos cambio los padres de niños y adolescentes juegan un «papel importante» en «aconsejar, poner normas o predicar con el ejemplo» en la utilización de dispositivos, pero también en prevención contra el «sexting, ciberacoso o contacto con desconocidos» mediante una «supervisión y y control», ya que eso contribuye a reducir los riesgos. Añadió que los cambios tecnológicos se suman a una serie de mutaciones de la estructura familiar, al control parental y a otros elementos que deberían «hacernos reflexionar» a largo plazo. Y opinó que como seres «sociales» que son los humanos, «hay que darle el lugar que le corresponde a la tecnología» y consideró que «todavía estamos tratando de buscar un equilibrio, porque estamos descolocados».