Con una espectacular pantalla OLED de 13,3 pulgadas que se pliega como un libro, puede funcionar como una tableta, un miniportátil o un PC de escritorio. Opcionalmente dispone de un teclado Bluetooth que se acopla magnéticamente y un lápiz digital.
03 jun 2021 . Actualizado a las 21:38 h.Ya ha llovido, pero en 1995 IBM lanzó el ThinkPad 701C, un portátil cuyo teclado se desplegaba al abrirlo y ocupaba más espacio que la contenida pantalla de 10,4 pulgadas. Un prodigio de la ingeniería, que fue bautizado como Butterfly (mariposa) y que acabó apareciendo en películas como Misión Imposible y pasando a formar parte de la colección permanente del MoMA. Un cuarto de siglo después, Lenovo -que adquirió en el 2005 la división de ordenadores personales de IBM- ha lanzado el que sin lugar a dudas es el ordenador más singular y versátil del mundo. El ThinkPad X1 Fold reúne varias tecnologías de última generación -pantalla plegable, teclado Bluetooth extraíble, lápiz digital...- y puede funcionar como tableta, un ultrabook o incluso un PC de escritorio.
Desde los tiempos de Richard Sapper, el diseñador clave en el nacimiento y desarrollo de los ThinkPad, la calidad de construcción y las soluciones innovadoras forman parte de la identidad de estos equipos. Lenovo ha mantenido y reforzado esa filosofía con un extenso catálogo de dispositivos que unen las necesidades profesionales con la apuesta por la movilidad propia de la tercera década del siglo XXI. Y entre todos ellos, el ThinkPad X1 Fold sobresale por ser el primer PC plegable, que se abre y cierra como un libro.
La primera impresión, de hecho, es esa: un libro con las cubiertas de piel auténtica, el lomo redondeado y un grosor considerable (2,5 centímetros). Si lo colocásemos en una estantería pasaría completamente desapercibido entre otros volúmenes. Solo el anagrama ThinkPad con el punto en rojo (en la parte superior de la portada y dispuesto en diagonal, como es tradición en la marca) y la inevitable pegatina de Intel delatan que estamos ante un equipo informático.
Al abrirlo se despliega una pantalla de polímero flexible de 13,3 pulgadas y formato 4:3 que cuenta con una gran calidad de visualización gracias a su panel OLED de diodos orgánicos. Es táctil, tiene resolución 2K (2.048 x 1.536 píxeles) y 300 nits de brillo. El marco, que aloja una cámara HD de 5 megapíxeles, tiene un acabado de goma y sobresale ligeramente, de forma que al cerrarlo no se tocan las dos mitades de la pantalla. En la zona por donde dobla apenas se aprecian unas líneas que son indistinguibles cuando está encendido. Lenovo explica que «se trata de una característica normal de la pantalla OLED plegable. No afecta a la calidad, vida útil o rendimiento de la pantalla, y no se interpone en la experiencia de uso del dispositivo».
El sistema de bisagras se nota sólido y la cubierta de piel rígida posterior no llega hasta el final, de modo que se desliza al abrir el X1 Fold y cuando está desplegado la parte trasera es completamente lisa (a diferencia de lo que ocurre con un libro). De esta forma podemos usarlo como una tableta de gran formato y con solo 1 centímetro de grosor.
Los puertos incorporados en los laterales son mínimos: dos USB tipo C 3.2 de segunda generación y una ranura para tarjetas Nano SIM. El botón de encendido, el control de volumen y unas discretas rejillas de ventilación completan un diseño sobrio e inequivocamente profesional que por sus dimensiones -23 x 15 centímetros, y 999 gramos de peso- puede transportarse fácilmente.
La cubierta trasera esconde otro secreto: una bisagra de arriba abajo en diagonal permite abrirla como una hoja y sirve de soporte a la tableta. Dependiendo del ángulo de apertura tendremos más o menos inclinación de la pantalla, y conectándole un teclado Bluetoth externo podemos convertir el equipo en un ordenador de escritorio con pantalla de 13,3 pulgadas.
Entre los accesorios opcionales Lenovo ofrece un mini teclado que incluye un pequeño touchpad y ocupa exactamente la mitad de la pantalla, a la que se acoplar de forma magnética, transformando de nuevo el ThinkPad X1 Fold en un un miniportátil con display de 10 pulgadas. Como el panel es flexible, se orienta en cualquier posición al igual que en un notebook. Este teclado se carga de forma inalámbrica cuando el dispositivo se cierra alrededor de él, y cuenta con una banda elástica para sujetar el también opcional Lenovo Mod Pen: un lápiz digital recargable que se puede usar para tomar notas, dibujar, hacer recortes en pantalla...
El Mod Pen dispone de sensibilidad a la presión y detección de inclinación y es un lápiz con baja latencia. Los botones laterales son personalizables con la aplicación Lenovo Pen, se puede cargar con un adaptador de corriente mediante USB-C y dos horas enchufado le proporcionan un mes de autonomía.
En el interior del X1 Fold tenemos un procesador i5, 8 GB de RAM y hasta 1 TB de almacenamiento SSD. La gráfica es integrada (Intel) y la batería ofrece hasta 10,4 horas de autonomía y carga rápida. El cargador de 65 W es ultracompacto, aunque luego lleva el correspondiente cable Schuko para toma doméstica de 220 V. Además de conectividad Wi-Fi 6 es posible solicitar que venga preparado para las redes 5G/LTE. El equipo cuenta con sistema de altavoces Dolby Atmos y cuatro micrófonos, y también es compatible con una estación de acoplamiento que se vende por separado. El sistema operativo de nuestra unidad de prueba era Windows 10 Pro.
El software incluye la aplicación Lenovo Mode Switcher, mediante la cual el ThinkPad X1 Fold orienta las ventanas en la pantalla según las preferencias del usuario. Permite dividir la pantalla en dos de forma rápida y sencilla o utilizar el ancho completo para disponer de una tableta grande. También se ajusta automáticamente para mostrar el teclado en pantalla cuando lo necesitamos.
Dentro del apartado hardware/software hay que citar también el módulo de plataforma segura (dTPM) independiente, que hace que este dispositivo cifre los datos, lo que dificulta el pirateo.
En Lenovo destacan que sus ingenieros tuvieron que hacer frente a desafíos mecánicos, eléctricos y estructurales a la hora de diseñar el X1 Fold. El espacio dentro de la carcasa es más pequeño que cualquier portátil que la compañía hubiera desarrollado anteriormente, lo que planteaba «desafíos de ingeniería únicos. ¿Dónde colocamos el procesador? ¿La memoria? ¿Cómo hacemos para que esté ventilado?». Tuvieron que diseñar un tipo completamente nuevo de sistema de enfriamiento desde cero: tiene un ventilador, un disipador de calor y un difusor de calor que cubren toda la placa base para mantenerla fresca y segura.
El precio de este inusual equipo parte de 2.900 euros, una cifra que no lo pone al alcance de todo el mundo. Probablemente, más que un elevado dato de ventas, lo que Lenovo busca es mostrar todo su potencial como primer fabricante de ordenadores del mundo. Y llevar a la práctica la tenología de las pantallas flexibles, que hasta ahora no habían pasado del formato smartphone, con resultados más que discutibles. El ThinPad X1 Fold supera el desafío con un panel OLED que se adapta a cualquier configuración (tableta, portátil, PC) y con una calidad de construcción digna del mejor diseño industrial.