Expertos de varias universidades analizan los retos que plantea la inteligencia artificial en la educación, una revolución «solo comparable a la irrupción de Internet»
14 abr 2024 . Actualizado a las 17:03 h.¿Hay algo proporcional a la revolución tecnológica que se está viviendo en la actualidad? En el ámbito de la educación, los expertos lo tienen claro: la inteligencia artificial tiene un gran potencial como elemento transformador, solamente comparable con la irrupción en su día de Internet y de la invención del ordenador. Es una de las conclusiones que salieron de Deep Talks, un encuentro organizado recientemente por Planeta Formación y Universidades en el que se abordaron los retos desde una perspectiva formativa, jurídica ética y tecnológica, y en el que se plantearon dilemas que ya se escuchan en la sociedad, como el de la autoría y los derechos de autor de los contenidos que genera la IA. Por ejemplo, Alejandro Briceño, profesor de Innovación y transformación digital en EAE Business School, lanzó el debate sobre cómo reconocer la autoría de un trabajo fin de grado o de máster hecho con ChatGPT. La respuesta la ofreció Miriam Martínez, experta en propiedad intelectual de UNIE Universidad, aunque da pie a diferentes interpretaciones: «La literalidad de la norma en España nos dice que en la IA no hay propiedad intelectual, dado que solo están protegidas las obras que surgen de forma original de la mente humana. Pero aunque esto sea cierto, también lo es que quien programa el algoritmo de la IA sí es una mente humana y, por lo tanto, el debate jurídico en ese aspecto está abierto totalmente». Esta experta reconoce además que «el derecho todavía está intentando dar una respuesta a todos los condicionantes jurídicos que están apareciendo con el uso de la IA».
Lo que está claro es que la generativa no es una nueva tecnología más, sino que «es una de las más disruptivas o con mayor capacidad de disrupción que se ha inventado en la historia reciente, comparable solamente a la invención de la máquina computadora, del ordenador o de Internet», reconoce José Jesús García, vicedecano del área STEM en The Core Entertainment Science School. En la misma línea incide Briceño, quien señala que la inteligencia artificial supone «un cambio de paradigma» en el sector de la formación, ya que permitirá «personalizar la educación». A los docentes les permitirá ahorrar tareas repetitivas como las evaluaciones o la corrección de exámenes, «y podrán emplear ese tiempo en otros aspectos vinculados a la formación del alumnado». El reto, para este experto, está en cómo incorporar estas nuevas herramientas y en si «realmente las instituciones educativas están preparadas para afrontarlo».
Aunque reconoce que «su control es complicado», la experta en propiedad intelectual de la UNIE admite que «la IA en los alumnos es ya una realidad», por lo que los docentes «no podemos mirar hacia otro lado». Para ella, el reto a afrontar por parte de las instituciones educativas es «inculcar a los alumnos que no sustituya en ningún caso a la inteligencia humana». En este sentido, Martínez destaca que desde UNIE Universidad ya trabajan en protocolos internos para buscar una estandarización en el uso de la tecnología.
Los tres profesores coincidieron en señalar la necesidad de fomentar más que nunca el pensamiento crítico y estratégico desde el ámbito de la educación para poder vivir en el contexto de la IA, ya que la tecnología también se equivoca. Igualmente, reconocieron que los estudiantes de hoy tienen una ventaja a la hora de adaptarse a esta revolución, ya que tienen «mucho más interiorizado el manejo de la tecnología». Pero se debe enseñar y, sobre todo, concienciar a los alumnos sobre su uso: «Hay que enseñarles el proceso de adaptación. Hoy en día es todo tan accesible que hay que educar sobre esa accesibilidad, hay que enseñar ese proceso de adaptación», han enfatizado.