En el Real Madrid solo importan los valores deportivos. Nuestros valores se basan en la humildad y el respeto. Nos respetan por los valores. El Bernabéu es un territorio donde solo importan los valores deportivos. Son frases literales del presidente del Madrid. El Evangelio según Florentino Pérez. Valores frente a los que intentan desestabilizar al equipo con la crítica, «los que usan el micrófono y la pluma como si fueran una pistola». El magnate madridista predica mucho, pero no precisamente con el ejemplo. Los sólidos principios son maleables siempre que un fichaje lo requiera. ¿Quién no se ablanda por la tristeza de un futbolista estrella o se estremece por la inquietud de la masa social? Ahí cobra verdadero sentido el último himno merengue, ese «hala Madrid y nada más». Punto. Ni Dios, ni patria, ni rey. Ni selección. Ni valores. Como un club cualquiera, vamos. Florentino necesitaba contratar a Julen Lopetegui y lanzar el anuncio a los cuatro vientos. Hay que marcar el territorio. Así, si sonara la flauta y España recuperara el cetro en Rusia, el Mundial sería un poco más del Madrid. Un doblete histórico que prácticamente se podría anotar en el palmarés florentino, Champions y Copa del Mundo. El Mundial de Sergio Ramos, Carvajal, Isco, Lucas Vázquez, Nacho, Asensio... y Lopetegui. El Mundial blanco. Empezando por el banquillo. Jugada maestra para presentar la temporada 2018-2019.
Pérez es merecedor de la insignia de oro y brillantes de la Real Federación Española de Fútbol. Una lástima que ya se la impusiera Ángel María Villar hace años. Si no fuera tan descarado, las federaciones de Brasil, Alemania y Argentina le habrían concedido hoy mismo una medalla por los servicios prestados. Tiene mérito haber parido a la madre de todas las tempestades mundialistas. Otros lo intentaron con peleas durante los entrenamientos, escándalos sexuales, insultos y desplantes varios. Simples aficionados. El affaire Lopetegui juega en otra Liga.
Dicen que en el Madrid nadie esperaba la destitución de Lopetegui. Extraño que no lo hubieran previsto el ser superior o sus apóstoles. Desde lo alto cuesta ver el suelo. Ni Florentino ni Lopetegui han tenido en cuenta la atmósfera de los últimos días. El momento y el momentum. En esta esquina de Europa huele a pólvora. Ruedan cabezas con facilidad. España se parece más a Juego de tronos que a Oliver y Benji. Nadie está a salvo.