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El objetivo es mantener la cadena de frío durante el viaje

Alfonso Andrade Lago
a. andrade VALENÇA DO MINHO / E. ESPECIAL

SOCIEDAD

MARCOS MÍGUEZ

Algunos gallegos acuden al Centro de Saúde de Valença para inmunizar allí a los niños y correr menos riesgos

17 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

En eso coinciden todos los pediatras: es fundamental que no se rompa la cadena de frío durante el viaje de regreso porque la vacuna perdería sus efectos.

Ivone, una de las empleadas de la Farmácia do Jardim, asegura que «los gallegos llaman y se informan antes de desplazarse a Portugal, así que saben muy bien cómo transportar la vacuna». A pesar de todo, los empleados meten el producto en bolsas térmicas «para evitar que entre en contacto directo con las barras de hielo de la nevera». Si se congela, la vacuna también pierde propiedades. «Debe conservarse entre 2 y 8 grados, pero sobre todo, mantenerse a una temperatura estable», explica Federico Martinón-Torres, experto en inmunología del Clínico de Santiago. «Todos los días vienen muchos españoles -confirma Ivone-. Pueden llegar 30 parejas por día, o más. Y lo de los fines de semana es tremendo».

Para que el traslado de la vacuna sea seguro -sobre todo si el viaje supera las dos horas- es imprescindible una nevera isotérmica en buenas condiciones, a ser posible con doble estuche para que el hielo no entre en contacto directo con las vacunas.

En busca de un pediatra

No todos los padres se arriesgan a romper la cadena de frío con un viaje en coche. Muchos pediatras recomiendan que la vacuna se ponga en Portugal para evitar ese problema. ¿Dónde? Pues, por ejemplo, en los centros de salud.

«Aquí han venido parejas de A Coruña a poner a sus hijos la vacuna del meningococo B o la de la varicela», confirman a La Voz trabajadores del Centro de Saúde de Valença do Minho. Allí es el servicio de Enfermería el que atiende estos casos.

El procedimiento requiere un paso previo que consiste en visitar al pediatra. «Claro -prosiguen los trabajadores del centro-, porque aquí, en Portugal, todo va por receta. Hasta el paracetamol. Así que no ponemos vacunas sin ese trámite».

Es decir, que primero se compra el fármaco, después se acude al pediatra para que extienda la receta (la consulta cuesta entre 40 y 50 euros), y finalmente hay que dirigirse al centro de salud. Allí es protocolaria una «inscripción temporal» por la que normalmente se cobran 1,8 euros, «pero al menos nosotros no le estamos pidiendo dinero a los españoles. Hay que ser solidarios», enfatiza una empleada.

Al otro lado del Miño, en Tui, el centro de salud no pone la vacuna porque no está aprobada en España. Sí ponen «la del papiloma humano, la del cáncer de cérvix», según responsables de Enfermería. La vacuna está en el calendario (es gratis) para las chicas de 14 años, pero si otra persona la quiere poner, tiene que comprarla, y en Portugal es bastante más barata.

La mujer de Arteixo sigue muy grave en la uci

Sin novedad en el estado de salud de la mujer de Arteixo que ingresó en la madrugada del viernes en el Chuac con una sepsis por meningococo (todavía no se sabe si B o C). El parte de las 21 horas de ayer decía que la paciente, de 51 años seguía en la uci.