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Blanca Cendán recupera para Galicia el lenguaje del cabaret

Manuel Beceiro SANTIAGO

SANTIAGO

AGUSTÍN GONZÁLEZ

La actriz, reencarnada en «Lili Berlín», recorre los años treinta El contacto con el público, según la intérprete, es la magia de su espectáculo

10 dic 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

Actriz fundadora del grupo Chévere y de la sala Nasa, Blanca Cendán vivió una experiencia artística que parece haberle marcado definitivamente en el Berlín de la reunificación. Allí, entre los años 1995 y 1998, participó con Hannes Stöhr en varios cortos en la escuela de cine y realizó incursiones en el cabaret berlinés. Fruto de esta experiencia en el Berlín cuna del género que fue arma de combate frente al nazismo, deviene esta Blanca reencarnada en Lili Berlín . Hizo falta un pacto con el diablo, un tratado de inmortalidad, para que ella y sus compañeros, Karls -Suso Alonso al piano- y Berg -Carlos Ariel en el chelo- llegasen a las salas y teatros de Galicia. Los tres son los actores y tejedores de un hilo narrativo que recorre la historia de esta diva «extemporánea y algo loca» que es también testimonio privilegiado de los siglos en los que se asienta la expresión contemporánea europea. Los tres hilan este cuento que Lili relata a los espectadores con la banda sonora del cabaret alemán de los años treinta, las composiciones de Kurt Weill y Hans Eisler con textos de Brecht. Así se conforma el espíritu del que bebe el espectáculo que se presenta hoy, a las 22.30, en el Dado-Dadá. Blanca recuerda como aquel nació con la idea de un concierto, «pero despois se lle foi dando volta, para entrar máis na idea dun cabaret que ten partes máis desgarradas e hiróicas e outras máis melancólicas e tristes». La actriz entiende que lo normal sería traducir las letras de Brecht al gallego, pero, confiesa, «o traballo é moi teatral, e cada canción está interpretada por unha actriz que canta como si estivera facendo ópera. Por eso moita xente me di que non entende nada de alemán pero si capta o que digo porque estou interpretando, xesticulando». Blanca quiso traer a Galicia ese retazo del corazón de Europa con toda la magia del cabaret, una magia que para ella «está no contacto co público». Una comunicación que procura activar desde el primer momento, aunque, aclara, «a xente está moi cohibida cando empezas, para despois irse relaxando pouco a pouco». La intérprete está muy contenta del nuevo formato del espectáculo que, dice, ganó mucho con el chelo.