La obra de María Comesaña sorprendió a los miembros del jurado del premio Eusebio orenzo baleirón por su gran perfección técnica y su dominio del lenguaje, así como por la gran madurez de su estilo, según manifestó Fernán Vello. El primero de estos rasgos es atribuible a los estudios de Filología realizados por la autora, pero la segunda característica, la madurez sorprende más tratándose de una persona tan joven. es una obra construida con una gran maestría técnica y que se centra en la relación del cuerpo femenino con su entorno y en las experiencias que se derivan de ella. Se trata, en palabras de Fernán Vello, de una obra «tensa», con una gran carga de experiencia personal y en la que la autora ha plasmado sus propias vivencias, con referencias a las experiencias amorosas y a la condición humana, así como a los aspectos más crudos de la vida diaria. Todas estas referencias, impropias de una autora tan joven, merecieron el premio a juicio del jurado por la madurez demostrada.