Antonio Soler y el finalista del certamen, Javier Puebla, presentaron sus novelas en Santiago El autor recogió en el Rosalía, en 1996, el galardón estudiantil por su segunda novela
27 feb 2004 . Actualizado a las 06:00 h.El ganador y el finalista del premio Nadal, Antonio Soler (Málaga, 1956) y Javier Puebla (Madrid, 1958), estuvieron en Santiago para promocionar sus respectivas novelas. Si para Puebla, autor de Sonríe Delgado , quedar de finalista representa «entrar en un juego, cerrado y pequeño, en el que no entra cualquiera, además de un marco que suaviza la novela, que sería más dura para el lector de no ser finalista», para Soler el Nadal significa «como un ajuste de cuentas, porque es el premio que a todos los que de jóvenes teníamos veleidades literarias nos hubiera gustado ganar». Pero este autor, que ha logrado galardones tan relevantes como el Herralde y el Primavera de novela, el de la Crítica de Andalucía y el Nacional de la Crítica, «los premios están muy bien, pero no definen una obra literaria. Sirven muy bien para este circo en el que se ha convertido la literatura». Antonio Soler también figura en el palmarés de los premios Arcebispo Juan de San Clemente que convoca el instituto compostelano Rosalía de Castro y que conceden alumnos de bachillerato de toda Galicia. Fue premiado en la tercera edición, en el apartado de novela en castellano, por Los héroes de la frontera , su segunda novela. Y dice que fue «un regalo, el premio del lector puro, el que te llega de verdad». La novela ganadora del nadal, El camino de los ingleses , aborda el difícil paso de la adolescencia a la edad adulta. Aseguró que el tema no significa «tanto como lo que aporta, porque creo que ser escritor es una forma de mirar el mundo y yo intento tener mi propia mirada y contársela a los demás». De la adolescencia le parece hermoso el idealismo, «lo que aspirábamos a ser y quiza no conseguimos, porque la vida nos va poniendo capas finísimas de polvo encima de los sueños, y cuando han pasado los años te das cuenta que no eres aquel que querías ser. Intento rebelarme contra eso, y esa pugna tiene mucho de literaria, y quizá por eso decidí contar el inicio de ese pulso que debemos mantener con la vida, esa limpieza de polvo». A Javier Puebla le salió una novela negra, aunque afirma que no tenía ninguna intención de género al escribirla, «porque a mi me elige el tema y sale la novela. Esta es una historia que para mí es inquietante».