TRES EN RAYA Premio por el esfuerzo de hacer la ciudad accesible Punto de encuentro entre la universidad y la empresa Los vertidos empiezan a tener nombres y apellidos

Harían faltan unas cuantas líneas del periódico para contar las zonas de la ciudad que resultan prohibidas para los vecinos con minusvalías, pero es cierto que muchas menos que hace una década y ya no digamos si se echa la vista más atrás. El premio Reina Sofía de Accesibilidad es de los que no permiten muchas celebraciones pero sí invitan a seguir trabajando en la misma línea, con más fuerza incluso. El Concello está siendo muy sensible en este asunto, y no le falta colaboración de los principales afectados. Con cierto tono de autocrítica, en ocasiones debemos de admitir que son los de fuera los que nos tienen que recordar que aquí también hay buenos proyectos. Es el caso de Uninvest, la iniciativa liderada por la Universidad de Santiago a la que recientemente hizo mención el diario Financial Times y en la que participan otras instituciones académicas y privadas para potenciar la relación entre los investigadores y las empresas. Si no fuera por la evidencia de los hechos, es posible que a esta hora todavía no se supiera quién fue el responsable del vertido que tiñó de blanco el Sar en la mañana del lunes. Las administraciones siguen tratando con cierta displicencia a las empresas, y éstas, lejos de asumir sus responsabilidades y tomar medidas, aprovechan la situación para escurrir el bulto y salir una y otra vez de rositas en cada atentado ecológico. En Brandía, además, deben estar muy ocupados corrigiendo el fallo (¿?) que no tienen tiempo de explicar a la ciudadanía lo sucedido.

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