Reportaje | La cara más oculta del mercado laboral Padecen depresiones, ansiedad, estrés... Bichos raros antaño, ya suman dos de cada diez los empleados que curran a la luz de la luna o a turnos; y el grupo va en aumento
03 dic 2006 . Actualizado a las 06:00 h.Cuando la ciudad descansa del ajetreo diurno, muchas personas en Santiago siguen en actividad. Es el caso de agentes de seguridad, bomberos, policías, panaderos, transportistas, personal sanitario y muchos otros trabajadores que sufren las consecuencias del trabajo nocturno o a turnos. Durante mucho tiempo se creyó que el trabajador que ejercía su profesión por la noche invertía sus biorritmos para hacer coincidir la actividad biológica con el empleo nocturno. Hoy en día se sabe que no es así. Los humanos necesitan el sol en sus vidas laborales, ya que les proporciona energía para soportar el día. Hoy en día un 20% de la población activa española trabaja por la noche o a turnos. Este porcentaje está aumentando, ya que las empresas están incorporando en su dinámica laboral, cada vez más, este tipo de turnos «extraños». Un mayor número de divorcios, una menor esperanza de vida, un menor rendimiento en el trabajo y un mayor número de accidentes laborales son, entre otras, características que los expertos atribuyen a los trabajadores nocturnos. Existen diversos estudios sobre las consecuencias que desencadena el trabajo nocturno en este colectivo, y todos ellos coinciden en que la salud, sin duda, es el factor que se ve más perjudicado. El primer síntoma que se aprecia en los trabajadores nocturnos es la falta de sueño. Este colectivo duerme una o dos horas menos que los trabajadores diurnos; su cansancio se ve acentuado debido a que trabajan cuando el organismo está en período de desactivación y, para más inri, la nocturnidad reclama un mayor esfuerzo que la misma actividad ejercida en horas diurnas. Cuando el trabajador llega a su casa, surgen los primeros problemas vinculados a la actividad diurna que le impiden conciliar el sueño: el tráfico, el timbre, el teléfono... El insomnio, uno de los problemas más asumidos por este colectivo, es el principal desencadenante de otros trastornos como la depresión, ansiedad, estrés... Esta alteración del sueño, el cansancio acumulado, la escasa conciliación de vida laboral y familiar, entre otros, repercuten negativamente en la salud de los trabajadores, ya sea a corto, a medio o a largo plazo.